El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata, Hillary Clinton, son los candidatos más impopulares de la historia del país. Muestra de ello es que, en lugar de apoyar a un u otro candidato, los votantes optan por la opción menos mala.
La mitad de los partidarios de Donald Trump creen que eligen "el menor de dos males", según una encuesta nacional llevada a cabo este septiembre por la Universidad de Quinnipiac, en el estado de Connecticut.
El multimillonario estadounidense Charles Koch, famoso por apoyar a los conservadores, ha llegado a comparar a los dos candidatos con enfermedades mortales. "Si tuviera que votar por un cáncer o un ataque cardiaco, ¿por qué debería elegiría a uno?", dijo en una entrevista a la revista Fortune. "¿Por qué tengo que hacerlo? ¿Vas a ponerme un arma en la cabeza?", añadió.
En respuesta a la pregunta sobre cuál era su candidato preferido, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha recurrido a una comparación más de actualidad, refiriéndose a varios temas sexuales que han surgido durante la campaña. "Es como si me preguntaras si prefiero el cólera o la gonorrea. Personalmente no prefiero ni una cosa ni la otra", dijo.
Algunos seguidores de Donald Trump, sin embargo, no creen que la campaña electoral sea una lucha entre dos males, sino que consideran que Clinton es la encarnación del mal. "Sería un grave mal moral no hacer todo lo posible para derrotar a Clinton", opina uno de los militares veteranos más prominentes de EE.UU., Patrick Henry Brady. "Lo que [Clinton] quiere hacer es malo para nuestro país en términos morales, físicos e intelectuales", afirmó.