Un importante miembro de la familia real de Arabia Saudita, el príncipe Mohamed ben Salmán, adquirió el año pasado un yate por 500 millones de dólares, que pertenecía a un magnate ruso, durante sus vacaciones en el sur de Francia, según publica el periódico 'The New York Times'. El acuerdo se llevó a cabo en cuestión de horas, según una fuente cercana al príncipe, y el ruso dejó el barco el mismo día.
El príncipe Mohamed ben Salmán, heredero sustituto de Arabia Saudita, se hizo famoso por apoyar las medidas de austeridad en la época de bajos precios del petróleo recortando el presupuesto del Estado y los sueldos de los empleados civiles, como así también congelando contratos del Gobierno. Por lo tanto, según el medio, su "descarada extravagancia" ha provocado una ola de indignación en el país.
Según agrega 'The New York Times', esta es la paradoja del príncipe Salmán, de 31 años: un hombre que está tratando de cambiar la tradición, reinventar la economía del país ―que depende del petróleo― y consolidar el poder, mientras se mantiene prendido a sus privilegios reales. En menos de dos años ha surgido como el miembro más dinámico de la familia real en la nación más rica del mundo árabe, en una potencial rivalidad por el trono con su primo, el príncipe heredero Mohammed ben Nayef.
Cabe mencionar que, a nivel internacional, el país árabe se encuentra en una situación complicada por el conflicto en Yemen, apoyada en múltiples ocasiones por el príncipe Ben Salmán y cuestionada por el príncipe Ben Nayef. La reciente ejecución de un príncipe saudita, la primera en 40 años, ha confirmado los rumores sobre la revoltosa situación en la familia real, según diferentes medios locales.