La reacción era de esperarse: la oposición venezolana anunció que se movilizará masivamente el próximo miércoles en protesta por la suspensión temporal del revocatorio.
Para los sectores de la derecha, la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de posponer la celebración de la consulta luego que cinco tribunales penales determinaran que hubo irregularidades en la recolección de 1% de las firmas, "es un golpe de Estado".
Durante una rueda de prensa ofrecida en un hotel de Caracas, ubicado en una zona exclusiva de la capital, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, y el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, fungieron como voceros de la derecha venezolana para anunciar las próximas acciones en contra del gobierno del mandatario Nicolás Maduro.
"El día miércoles, cuando nosotros hablamos de la toma de Venezuela y se lo decimos a los señores del gobierno, no va a ser una jornada de protesta como la del (pasado) 1 de septiembre (...) nos vamos a movilizar a dónde nos tengamos que movilizar y yo lo voy a dejar hasta allí", dijo Capriles.
El próximo miércoles era que la oposición tenía previsto empezar recaudar el otro 20% de las firmas que exige la ley para activar el referendo revocatorio. Sin embargo, la decisión del CNE detiene, por ahora, el avance del proceso.
El discurso de Capriles, aunque breve, dejó ver las intenciones de la oposición de subir el tono a la confrontación con el gobierno. El pasado 1 de septiembre, los sectores más radicales de la derecha reclamaron a su dirigencia por no haber actuado de manera más contundente después de la "toma de Venezuela". Por eso, al término de su intervención, el gobernador de Miranda acotó: "ser pacífico no es ser pendejo".
Tanto Capriles como otros siete voceros de la oposición tienen prohibición de salida del país, emitida por un tribunal penal regional en Valencia.
Por su parte, Ramos Allup señaló al CNE de "violar la Constitución" y calificó la actuación de los poderes públicos de una "componenda" en contra del revocatorio: "Demostraron de una vez más que no tenían ninguna autonomía en el cumplimiento del deber".
Denuncia de vieja data
En junio pasado, el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) presentó una denuncia formal ante las autoridades por usurpación de identidad de varias personas durante el proceso de recolección del 1% de las firmas, iniciado por la oposición para intentar poner en marcha la consulta.
De las rúbricas recabadas por la oposición, el chavismo alertó que más de 600.000 eran fraudulentas, 53.658 pertenecían a personas que no aparecían en el registro electoral, 3.000 eran de menores de edad y 1.335 correspondían a ciudadanos imputados por delitos graves que, por esa condición, estaban inhabilitados políticamente.
La dirigencia socialista introdujo los recursos ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), así como las instancias judiciales regionales, que finalmente se pronunciaron el pasado jueves.
EE.UU. apoya a la oposición
Momentos antes del pronunciamiento de la oposición, el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, acusó al Poder Electoral venezolano de intentar "bloquear" el referendo y estar "polarizado" en favor del gobierno.
Según lo recoge El Comercio, Kirby aseguró que el CNE "está siendo usado para bloquear el ejercicio por el pueblo venezolano de su derecho constitucional y democrático a determinar la dirección de su país".
Las declaración de la Casa Blanca no sólo se inmiscuye en los asuntos internos de Venezuela, sino que pone el tela de juicio la legitimidad de un poder público independiente.
Psuv llama al diálogo
Mientras tanto, en horas de la tarde de este viernes, el dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Jorge Rodríguez, hizo un llamado al diálogo.
"Nosotros mantenemos la palabra del presidente Nicolás Maduro de que debe ser el diálogo el mecanismo a través del cual los asuntos políticos, económicos y sociales, que preocupan a la sociedad venezolana, sean dirimidos", sostuvo Rodríguez, citado por AVN.
Rodríguez forma parte de la comisión que promueve el diálogo con la oposición, en una mesa de negociaciones impulsada a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) con la mediación de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España; Martín Torrijos, de Panamá, y Leonel Fernández, de República Dominicana.
Para este fin de semana, los sectores de la derecha también han llamado a movilizaciones mientras el Presidente Maduro se encuentra fuera del país, en una gira que busca revertir la caída de los precios del petróleo, principal fuente de ingresos para la economía venezolana.
Nazareth Balbás