Durante 4 años, Martín Fumarola utilizó una técnica mediante la cual ingresaba datos de tarjetas de terceros en el sistema automático de venta de boletos de Aerolíneas Argentinas, informa el diario 'El País'. Para ello, realizaba compras de los boletos desde su hogar ubicado en la provincia de Córdoba, siempre los fines de semana y de noche, cuando el sistema trabaja sin operadores humanos.
Fumarola realizó en total 24 vuelos nacionales e internacionales entre 2008 y 2012 por una suma cercana a los 30.000 pesos argentinos, unos 2.000 dólares estadounidenses. Las empresas de tarjetas de crédito de los afectados llamaban a la aerolínea y advertían que sus clientes no reconocían las adquisiciones, por lo que los pagos no se realizarían. A esas alturas, la aerolínea no podía hacer mucho, pues Fumarola ya había viajado. Para no ser atrapado, el estafador compraba únicamente boletos de ida.
Debido a que siempre volaba presentando sus verdaderos documentos de identidad y por la cantidad de vuelos que realizó, la empresa incluso le entregó una tarjeta especial de viajero frecuente y millas de premio.
En 2012 la aerolínea cambió su sistema de control de venta de boletos y logró detectar el fraude. Carlos Rívolo, fiscal que atendió el caso, explicó que una vez descubierto, Fumarola reconoció el hecho ante la empresa y pagó tres veces el valor de la estafa. "Si ese monto retribuye lo dañado, Aerolíneas Argentinas puede decir que ya está satisfecha, pero el Ministerio Público lo seguirá juzgando por estafa al Estado, porque Aerolíneas Argentinas es una empresa estatal", aseguró Rívolo.