La increíble historia de la maestra argentina con síndrome de Down
A sus 31 años, Noelia Garella es un ejemplo a imitar, debido a que se ha convertido en la primera persona con síndrome de Down que se ha convertido en maestra de jardín de infantes en Argentina.
En 2007, esta mujer se graduó como maestra de prescolar en la ciudad de Córdoba, pero se enfrentó a diversas trabas hasta que pudo empezar a ejercer, cinco años después, cuando logró ingresar al plantel docente del jardín de infancia Capullitos, en Villa Cornú.
Garella entró en el programa de estimulación temprana a la lectura, es decir, una 'asignatura especial'. Allí, esta docente lee cuentos a sus alumnos, que también tienen que escuchar música y dibujar.
Un sueño hecho realidad
En 2014, Noelia Garella contó su historia al diario 'La Nación': "De chiquita me gustó maestra jardinera porque amo a los chicos", así que "les dije a mis papás" y "empecé a estudiar".
Esta profesora resaltó que la directora del centro docente "es muy buena" y se lleva "muy bien" con sus compañeras, debido a que "compartimos las cosas de todos los días sin problemas".
Además, en otra entrevista explicó que, desde que comenzó a trabajar, "los padres estaban contentos y los chicos también" y desgranó sus tareas: "Nosotros les damos la leche, el almuerzo y la merienda", "la pasamos muy bien en el jardín", en el que está "a cargo de tres salas: un total de 170 alumnos".
Momentos difíciles
A pesar de que Noelia Garella ha traspasado diversas barreras y hoy es feliz, recuerda que ha tenido que vivir momentos duros, como cuando ingresó al jardín y una directora le dijo a sus padres: "Aquí, señores, monstruos no; síndromes de Down, no". La docente estima que "esa maestra es como el cuento que les leo a los chicos: un monstruo triste, que no entiende nada y se equivoca; en cambio yo soy el monstruo feliz".
Su padre también recuerda que "cuando nació Noe", el médico dijo: "'Tengo una mala noticia que darle'. Yo enseguida pregunté si había muerto y me respondió: 'No señor, peor: es Down'".
La integración
La directora de la institución en donde Noelia da clases, Susana Zerdan, detalla que "ha sido una experiencia única en el equipo", debido a que "la integración y la naturalización con la que la asumen los chicos para nosotros ya es una enseñanza de vida".
La persona que ocupaba ese puesto antes, María Alejandra Senestrari, indicó que "trabajar con ella es una experiencia de crecimiento", debido a que "Noelia es una persona especial" y tiene "todas las características" que necesita un docente, debido a que es "cariñosa, expresiva" y "tiene una capacidad amorosa única".
Finalmente, el padre de uno de los alumnos, Ariel Artino, relató que "nos dijeron que iba a haber una maestra con síndrome de Down y que no nos asustáramos, pero a mí me pareció normal" y una idea "muy buena" que "pueda compartir con los chicos".
Santiago Mayor