Ante el drástico aumento de los precios de los inmuebles en China este año, los compradores intentan actuar antes de que proliferen limitaciones reglamentarias como las que ya han sido introducidas en algunas ciudades, situación que ha inspirado algunas "medidas desesperadas" en la población como los divorcios ficticios, informa Bloomberg.
Este es el caso del señor y la señora Cai, una pareja de Shanghái que decidió poner fin a su matrimonio no por "diferencias irreconciliables", sino motivados por la burbuja en el mercado inmobiliario.
Los cónyuges, que regentan una tienda de ropa, querían comprar un apartamento de 3,6 millones de yuanes (532.583 dólares) para sumarlo a otros tres que ya poseen. Sin embargo, debido a que el Gobierno local había comenzado, entre otras medidas para luchar contra la burbuja, a limitar las compras para las personas que ya poseen inmuebles, la pareja decidió divorciarse.
"¿Por qué deberíamos preocuparnos por el divorcio? Hemos estado casados durante tanto tiempo...", manifestó el marido, que agregó: "Si no compramos este apartamento perderemos la oportunidad de hacernos ricos".
"Yo solo sé que la compra de la propiedad no traerá pérdidas"
El costo de las nuevas viviendas registró en septiembre el mayor aumento en siete años. En octubre, el mercado inmobiliario "aparentemente se enfrió" siguiendo una serie de medidas específicas lanzadas por algunas ciudades, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas de China.
Los gobiernos locales de al menos 21 ciudades han introducido medidas destinadas a estabilizar los precios, como requerir grandes pagos iniciales o limitar la compra de más de una vivienda.
"Lo único que sé es que la compra de propiedades no terminará trayendo pérdidas", afirmó Cai, que como prueba esgrime que los precios han aumentado durante dos décadas. "De unos miles de yuanes por metro cuadrado a más de 100.000 yuanes. ¿Alguna vez ha caído? No", explicó Cai.