La concentración atmosférica de dióxido de carbono (CO2), el más peligroso de los gases que contribuyen a crear el efecto invernadero, ha alcanzado en 2015 un nuevo y preocupante umbral, el de las 400 partes por millón. La cifra es meramente simbólica pero denota una realidad lo suficientemente preocupante para que los expertos hayan dado la voz de alarma, señalando que, además, el año 2015 ha sido el año más cálido desde que empezaron a registrarse las temperaturas en 1880, según informa el portal 'Climate Home'.
El año 2015 hará historia por haber marcado una nueva era climática
Uno de esos expertos es Petteri Taalas, secretario general de la Organización Mundial de Meteorología (OMM), que durante la presentación del Boletin Anual sobre los gases de efecto invernadero confirmó la nueva y amenazante tasa media de concentración de CO2 y se refirió a ella como "el principio de un nuevo paradigma para el planeta y todos los que vivimos en él". El propio Taalas añadió que "El año 2015 inauguró una nueva era de optimismo y de acción por el clima con el acuerdo sobre el cambio climático alcanzado en París. Pero también hará historia por haber marcado una nueva era climática, en la que las concentraciones de gases de efecto invernadero han alcanzado niveles sin precedentes".
El secretario general de la OMM indicó es que es "sumamente importante" que el Acuerdo de París entre en vigor el 4 de noviembre, mucho antes de la fecha prevista, y que se acelere su aplicación, ya que "si no nos ocupamos de las emisiones de CO2, no podemos hacer frente al cambio climático ni limitar el aumento de la temperatura a 2ºC con respecto al nivel pre-industrial", que es el objetivo que la comunidad internacional pretende alcanzar.
Otro problema señalado por la OMM es el de la saturación de los "sumideros" que contribuyen a la absorción del dióxido de carbono, es decir, los bosques, la vegetación o los océanos. Esos sumideros absorben actualmente alrededor de la mitad de las emisiones de CO2, pero "existe el riesgo de que se saturen, lo cual aumentaría la fracción de las emisiones de dióxido de carbono que permanece en la atmósfera", tal como figura en el Boletin Anual sobre los gases de efecto invernadero.
El dióxido de carbono es el gas que más contribuye al calentamiento global. Otros de los principales gases de efecto invernadero de larga duración son el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O) y el hexafluoruro de azufre. Por su parte, la NASA ya ha predicho que con toda probabilidad, 2016 será aún más cálido que el año anterior.