Gerardo Szalkowicz es argentino. Vivió en Caracas por 4 años. La primera mañana que salió a caminar por la ciudad tuvo ganas de tomar un café.
"Recuerdo que pedía un 'cortado' y no me entendían". Evocando esos días, desde Buenos Aires confesó: "Y nunca entendí eso del guayoyo".
Miguel 'Murphy' –lo llaman así por si parecido con el actor estadounidense Eddie Murphy– es operador de audio en una emisora de radio. Le corresponde llegar al trabajo a las 5:30 de la mañana, ya que a las 6:00 sale al aire el noticiero y esa es su responsabilidad.
Es un hombre de rutinas. Se levanta, toma una ducha y camina hasta la panadería de la esquina. Todos los días de todos los meses del año pide lo mismo:
–Un marrón claro, corto, tibio, por favor.
No se trata de un trabalenguas, en la capital de Venezuela el café se pide y prepara, siguiendo al detalle las instrucciones del cliente.
¿Cómo lo quieres?
En casi toda Latinoamérica quien pide un café lo recibe negro y si pide un cortado se los sirven con leche. En Caracas no.
La preparación se ha matizado al extremo de dar la impresión de que cada cual tiene un punto personalísimo de elaboración.
Entonces, para cada paladar existe un 'tipo' de café, pero quienes lo preparan y lo venden en panaderías, restaurantes, cafeterías o de forma ambulante, son expertos en el arte de complacer a los comensales.
Estas son algunas formas de pedir café en la capital de Venezuela: negro, negrito, negro corto, negro grande, cerrero, guayoyo, carga'o, carajillo, guarapo, expreso.
Si lo quiere con leche entonces puede pedir: con leche, tetero, marrón, marrón claro, marrón oscuro, envenena'o.
Y dependiendo del tamaño entonces es: largo, corto, doble.
Y de la temperatura: hirviendo, tibio.
Entre gustos y colores
En el sur del continente americano se toma mate, pero a orillas del mar Caribe el café es la bebida predominante.
Al occidente de Venezuela, en la ciudad de Maracaibo, que tiene temperaturas anuales cercanas a los 37ºC, existe la creencia común de tomar café bien caliente para quitar el calor corporal.
Juan Miguel Navarro, chef profesional, asegura que el café le "calma el dolor de cabeza", los días de mucha presión laboral.
En poblaciones rurales del interior venezolano, existe una práctica ancestral que enloquece a los médicos. Consiste en colocar café en polvo sobre las heridas, para detener el flujo de sangre.
Andrea Rodríguez, estudiante de odontología en la Universidad Central de Venezuela (UCV), comentó que si debe desvelarse para estudiar, "antes de empezar a leer cualquier libro, lleno un termo con café y no pego los ojos en toda la noche".
Los mayores enseñan a sus hijos que "las visitas se reciben con una buena taza de café".
Y en los velatorios, se ofrece café a las personas que acompañan a los familiares del difunto.
Consumo
En esta nación latinoamericana, de poco más de 30 millones de habitantes, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el consumo per cápita de café es de dos kilos al año.
La importancia de la bebida puede explicarse en el hecho de que forma parte de la llamada 'canasta básica' y su precio está regulado por ley.
El expresidente Hugo Chávez, por ejemplo, era un asiduo consumidor de café, aun cuando los médicos le llamaban la atención.
Cosecha
Este rubro, sembrado en Venezuela desde el siglo XVII, es cosechado entre los meses de octubre y marzo, cuando "se alcanza un 94% de cultivo, sin embargo, entre los meses de diciembre y enero se obtiene un nivel más alto de cosecha", asegura una investigación del sitio Venelogia.
A pesar de haber sido un país exportador de café, en la actualidad la producción local no cubre siquiera la demanda nacional. Según el texto, "cambios de uso de la tierra, buscando otras opciones como las ganaderías" atenta contra el café, "lo cual nos obliga a tener intercambios con otros países".
Pero luego de varios años de cifras negativas, "la cosecha del café (2016 – 2017) será la mejor que va a tener Venezuela desde la época de La Colonia", según Andrés Avelino Álvarez, coordinador del Congreso de la Patria, capítulo Café, citado por el diario 'El Impulso'.
Venezuela apuesta por la reactivación de la siembra y cosecha de café, con la fortaleza del "eje cafetalero" integrado por los estados Portuguesa, Barinas, Yaracuy y Trujillo. Allí se cuentan 16.000 productores.
El 70% de esa producción será regulada y comercializada por la red de distribuidoras socialistas como Mercal y Pdval. El 30% irá a la red privada.
Ernesto J. Navarro