Todavía no se había iniciado el asalto efectivo a Mosul, cuando el jefe del Pentágono, Ashton Carter, anunció la retoma de la 'capital' del Estado Islámico: Raqa. De acuerdo con el artículo de opinión publicado en el periódico ruso 'Vzglyad' titulado 'El Pentágono es capaz de enfrentar a Irak y Siria en una guerra fratricida', el asalto de esta ciudad siria puede resultar en una lucha más sangrienta que la que observamos ahora en Mosul.
Según Carter, Raqa será liberada en tan solo unas semanas, pero el funcionario olvidó mencionar, quién va a realizar el plan. "Tal vez quiere que la carne de cañón para esta campaña sea el Ejército iraquí o los kurdos, pero esto no es nada más que una fantasía", afirma el autor del artículo, el periodista ruso Evguénii Krútikov.
La idea no le hace gracia a Damasco
"La invasión de Siria -incluso 'en persecución' de una víctima huyendo- será percibida en Damasco como una declaración de guerra", señala la publicación.
"En Bagdad tampoco están dispuestos a luchar contra Damasco, y el Gobierno iraquí actual no depende tanto de Estados Unidos como para dar este paso suicida y poco estético".
Y tampoco emociona a Turquía
La revelación de Carter acerca de un hipotético ataque contra el bastión sirio de los yihadistas generó la reacción negativa de Ankara. El vice primer ministro turco, Numan Kurtulmus, dijo que el país no va a permitir la presencia de tropas kurdas en Mosul y Raqa.
"La condición principal de la participación de Turquía en estas operaciones es la inadmisibilidad de fuerzas de autodefensa kurdas sirias", según el artículo del diario ruso.
Los obstáculos tácticos
Tras el asalto de Mosul, que todavía está por empezar, las tropas lideradas por EE.UU. y destinadas a la retoma de Raqa tendrán que trasladarse desde las orillas del Tigris a las del Éufrates.
Existen dos métodos de realizar esto: a lo largo del río Éufrates o por un desierto, pero las tropas de todos modos tendrán que cruzar Deir Ezzor, que significaría una confrontación directa con las fuerzas del Gobierno sirio, que ve esta campaña estadounidense como un acto de agresión.
Un proyecto poco realizable
Entonces, concluye el autor, el asalto de Raqa es cuestionable tanto desde el punto de vista político, como militar.
"Es posible, ignorando todo, invadir el territorio sirio y, perdiendo gente y armamento, ir durante unos tres meses cruzando el desierto hasta el objetivo. Dado el específico modo de pensar de Ashton Carter y de la gente que está detrás de él, es teóricamente posible. Aunque esto significaría una terrible fractura de la paz en términos globales que sin esto ya es frágil", concluye el autor.