Una madre dejó encadenada a su hija de ocho años a un poste de luz en un aparcamiento de Kuala Lumpur, Malasia. Lo hizo como castigo por faltar a su clase de chino mandarín en la escuela, informa 'Express'.
Numerosos automovilistas quedaron impactados al ver así a la pequeña, visiblemente afectada y vestida aún con el uniforme escolar. A su lado, en el suelo, estaban su mochila y una botella de agua.
''La niña estaba claramente alterada y no sabía qué hacer. Se chupaba el dedo y tenía lágrimas en los ojos", cuenta un testigo ocular que no ha querido ser identificado.
La menor permaneció con el pie derecho atrapado durante una hora hasta que llegó la policía, avisada por unos transeúntes que intentaron liberarla sin éxito. Cuando su madre regresó, ambas fueron llevadas a comisaría por los agentes.
"Se decidió dejarle volver a casa con su hija, advirtiéndole de que no volviera a hacer algo así", afirmaron fuentes policiales. La mujer, de 30 años, está ahora siendo investigada por maltrato infantil.