En medio de las polémicas promesas del candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, la idea de construir un muro en la frontera con México sigue siendo una de las que más preocupación internacional ha despertado; en especial, entre la comunidad inmigrante, que opina que solo traerá más problemas.
¿Una idea relamente atractiva?
Al inicio de su campaña, el multimillonario logró convencer de inmediato a miles de personas con la idea de levantar un enorme muro fronterizo que sellara los 3.185 kilómetros que separan ambos países. De hecho, hasta hoy este sigue siendo uno de los pilares de su programa presidencial.
"Estoy completamenmte de acuerdo con todo lo que dice [Trump]. Estoy harta, como estadounidense, de que los demócratas presten más atención a inmigrantes ilegales que a los ciudadanos", expresó una residente de EE.UU.
La otra cara de la moneda
Por su parte, en el sur de Arizona, cerca de la frontera, muchos piensan que no es la mejor solución. Al respecto, el 'sheriff' Tony Estrada afirma que su construcción no resolverá la delincuencia y el tráfico de drogas que tanto afecta y preocupa a Estados Unidos. Subraya que al igual que otras medidas implementadas, como el aumento del personal policial y el uso de tecnológía, solo es una ayuda más, pero no la respuesta definitiva.
Las verdaderas víctimas
Mientras muchos ven la frontera como un problema, aquellos imigrantes que viven y trabajan honestamente en sus inmediaciones son las víctimas reales. Y es que, además, Trump los ha estigmatizado como violentos y asegura que no deberían entrar bajo ningún concepto en territorio estadounidense. Por tanto, el muro ha abierto un debate profundo en Estado Unidos no solo por su posible construcción, sino por el mensaje ideológico negativo que hay detrás de la propuesta, señala el reportero.
El activista James Jordan considera que lo que realmente es peligroso de Trump es su "retórica de odio", que alimenta la violencia entre sus seguidores y que podría desatar un movimiento más radical.
Finalmente, la verdadera preocupación de la comunidad inmigrante es haberse convertido en el "chivo expiatorio" para todos los problemas de EE.UU., sea quien sea quien llegue a la Casa Blanca, concluye el corresponsal.