Ashlee Hutt, de 24 años, ha sido acusada de inyectar heroína a sus hijos diciéndoles que se trataba de un "jugo para dormir" o una "medicina para sentirse bien", informa 'The Daily Mail'. Su novio, Leeroy McIver, también está acusado de drogar a los pequeños, un niño y dos niñas de apenas seis, cuatro y dos años de edad. Se desconoce si el hombre es su padre biológico.
La policía descubrió que los niños vivían entre excrementos de rata y agujas sucias cuando visitaron su vivienda, ubicada en la localidad de Spanaway (Washington, EE.UU.), después de ser alertados de la situación por un amigo de la pareja.
Asimismo, los oficiales del Servicio de Protección Infantil advirtieron que los menores presentaban rasguños, hematomas y marcas en el cuerpo que sugerían que se le había inyectado la droga. Tras entrevistar al niño, éste describió cómo su madre y su novio "mezclaban polvo blanco con agua" y se lo inyectaban.
Hutt y McIver fueron arrestados el pasado mes de noviembre, seis meses después de que se iniciara una investigación sobre la situación de los menores. Ambos han admitido que son adictos a la heroína. Actualmente, los menores viven en casas de acogida.