En un intento de ganarse de nuevo la confianza de los consumidores chinos tras retirada masiva en el país de los 'explosivos' Galaxy Note 7, una veintena de ejecutivos surcoreanos y chinos de Samsung se arrodillaron en una reunión con los distribuidores locales en Shijiazhuang, China, el pasado 29 de octubre.
Sin embargo, la acción de disculpa no ha sido bien recibida en China, informa el portal Quartz.
"Ahora podemos decir adiós a Samsung", opina un usuario decepcionado con la marca. "Nos arrodillamos ante nuestros padres, maestros, héroes, mártires, nuestros antepasados, ¿cuál es el propósito de este gesto? No puedo aceptar esto en mi corazón", sostiene otro.
En la cultura china, ponerse de rodillas es un gesto que se reserva para rendir homenaje a los padres, a Dios o en casos de extrema desesperación.