Antes de que Estados Unidos se independizara y se convirtiera en un 'experimento' audaz y precario, la creencia común era que "la democracia estaba destinada a fracasar" como sucedió con la República de la Roma antigua, según afirma Pascal-Emmanuel Gobry para 'The Week'.
Hace más de 20 siglos, la crisis de ese sistema se basó en un problema con las clases sociales: los patricios, que eran la aristocracia de entonces y conformaban el Senado; los plebeyos, que solo entraron en la vida política en el tramo final; y los esclavos, aunque casi no participaban en el ámbito público. A pesar de sus diferencias económicas y políticas, tenían una "igualdad fundamental".
Décadas antes de la fundación del Imperio, dos tribunos defensores de los plebeyos intentaron implementar reformas para redistribuir la riqueza y, por tomar esa medida, ambos murieron durante una revuelta organizada por un patricio.
Las consecuencias de ese fracaso provocaron que se comenzara a utilizar la fuerza para arreglar disputas políticas y agudizó los conflictos de clase. Esto, junto con un aumento de los impuestos para mantener guerras en el extranjero, provocó que el general Julio César diera un golpe de Estado.
Gobry considera que las similitudes con la situación que vive Estados Unidos son claras: tiene dos clases sociales en disputa y un sistema político y económico que intensifica el conflicto. El 8 de noviembre, ese país rechazó a un patricio y eligió a un tribuno. Si no realiza reformas "genuinas", algún día se levantará un César.