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Incertidumbre en Colombia de cara a la cooperación con EE.UU. tras el triunfo de Trump

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Sin duda, hubo sobresalto. La "inesperada" victoria del candidato republicano cambió el tablero para el gobierno de Juan Manuel Santos, quien ahora tendrá que negociar los planes de cooperación con un mandatario que apenas se refirió durante su campaña al país suramericano.
Incertidumbre en Colombia de cara a la cooperación con EE.UU. tras el triunfo de Trump

El gobierno colombiano ha saludado el triunfo de Donald Trump. Sin embargo, es innegable que el escenario no era el más esperado por la Casa de Nariño.

"(El gobierno de Juan Manuel Santos) sí mostró algún tipo de preferencia por Clinton e incluso intentó anclarla al proceso de paz", dijo a El Heraldo, el internacionalista Andrés Barreto.

En los últimos años, el país suramericano ha sido uno de los principales socios de EE.UU. en América Latina. Washington ha instalado bases militares en su territorio, financiado el "Plan Colombia" y aumentado el intercambio comercial a través de un Tratado de Libre Comercio (TLC), un nexo que permaneció imperturbable durante las dos administraciones demócratas de Barack Obama pero que no necesariamente permanezca igual con el republicano.

"Los republicanos que respaldan a Trump hacen parte de la 'Sociedad del rifle', por lo que es posible pensar que el eventual apoyo de Estados Unidos a Colombia sea seguramente restringido o atado a una política fuerte de seguridad nacional", opinó el profesor de la Universidad Externado, Carlos Arias, entrevistado por El País.


“En las campañas se dicen algunas cosas y al gobernar se hacen otras cosas, a veces”.
Kevin Whitaker, el embajador de EE.UU. en Colombia


El posible cambio en el tablero levanta suspicacias en Colombia, especialmente por el traspié que sufrió el proceso de paz entre las FARC y el gobierno colombiano con el fracaso del plebiscito. El escaso interés mostrado por Trump en su campaña respecto al tema y la imposibilidad de que una administración demócrata garantice los recursos del "Plan Paz" prometido por Obama, también ponen en entredicho que la cooperación siga el mismo ritmo.

¿Proteccionismo?

Justo antes de la elección, los economistas citados por los principales medios colombianos auguraban un panorama sombrío para las inversiones si ganaba Trump.

Un gerente de estudios económicos del Banco de Bogotá, referido por El Colombiano, predecía que elrepublicano sería más propenso al proteccionismo y afectaría negativamente el desempeño económico de Colombia: "podría favorecer la estadía de capitales en Estados Unidos, en contra de flujos hacia otras economías".

Un día después de la elección, el embajador norteamericano en Colombia, Kevin Whitaker, trató de bajar las aguas: "En las campañas se dicen algunas cosas y al gobernar se hacen otras cosas, a veces", afirmó citado por BBC.

Santos, por su parte, emitió un discurso breve con un mensaje clave: "Hemos querido tener siempre unas buenas relaciones con el Partido Demócrata y con el Partido Republicano. Ha sido tradición". La apuesta colombiana es mantener su fe en el bipartidismo.

La jugada no es ingenua teniendo en cuenta que alrededor de 15% de la inversión foránea directa proviene de las arcas norteamericanas y, estima El Colombiano, 45% de las remesas que llegan al país se envían desde EE.UU.

Empezar de cero

Pero el guiño de Santos no es suficiente. "Trump seguramente no acabará con la cooperación de Paz Colombia -apoyado actualmente por los republicanos en la Cámara-, pero falta ver si continuará dándole al tema la misma prioridad de su antecesor", sostiene un análisis de la revista Semana.


“Hemos querido tener siempre unas buenas relaciones con el Partido Demócrata y con el Partido Republicano. Ha sido tradición”.
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia


Esa "prioridad" tiene que ver con los 450 millones de dólares que había previsto Obama para Colombia en 2017, como "cooperación" en el inconcluso proceso de paz. Algunos analistas, sin embargo, tratan de no ser tan pesimistas: "Allá (en EE.UU.), las políticas son prolongadas y cambiarlas implican un proceso burocrático muy largo", señaló el general (r) Manuel José Bonnet a la citada revista.

El punto que más preocupa es que los términos del acuerdo entre el gobierno y las FARC tendrán que vérselas ahora con Trump, quien ha mantenido una línea mucho más dura en contra de la guerrillay que podría significar la reformulación del pacto, especialmente en lo que tiene que ver con la calificación del narcotráfico como delito conexo.

La renegociación con un actor distinto retrasaría aún más la implementación de un acuerdo, que todavía sigue sobre la mesa con los promotores del "no", encabezados por el senador y ex mandatario colombiano, Álvaro Uribe Vélez.

Bienes raíces

Aunque ha sido parco con respecto a la política colombiana, Trump ya tuvo un acercamiento previo con ese país pero por la vía de los negocios.

Según un reportaje publicado en The Wall Street Journal, uno de sus hijos viajó a territorio colombiano, entre el 2010 y el 2011, con el interés de "expandir el imperio inmobiliario de su padre en América Latina", de la mano con el empresario Camilo Benedetti, hermano de un parlamentario de ese país.

Pese a que no hubo un acuerdo concreto con los Trump, el diario arroja un dato significativo: uno de los encuentros fue en la Casa de Nariño con Santos como anfitrión. Para Semana, lo único que puede advertir esa cercanía son "potenciales conflictos de intereses".

Nazareth Balbás

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