La CIA será una de las instituciones más importantes que se verán sometidas a una gran reforma cuando el presidente electo Donald Trump asuma el poder. Esto podría paralizar el trabajo de la agencia de inteligencia durante un tiempo inteterminado, a la vez que originar una serie de conflictos internos, según el portal ruso Vzgliad.
Los medios internacionales han recogido los testimonios de varios funcionarios de la CIA que, siempre anónimamente, han expresado sus temores sobre el futuro de la agencia bajo el mando del nuevo presidente. Según ellos, Trump no está acostumbrado a trabajar con secretos de Estado y podría utilizar la información proporcionada por la CIA de manera insensata.
El republicano les inspira desconfianza: "no sabemos cómo es en realidad detrás de todas esas declaraciones", dice una fuente de inteligencia citada por 'The Washington Post'. Otro funcionario contó, también bajo el anonimato, que "una mitad de mí tiene miedo y la otra aguanta la respiración cuando estoy de camino al trabajo".
El analista Yevgueni Krútikov escribe en su artículo para Vzgliad que la reforma de la CIA es inminente y que su éxito dependerá en gran medida de la persona que Trump elija para dirigir la agencia.
Candidato de línea dura
El nombre que más está sonando para el cargo es el del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, que en el pasado ha tenido varios problemas con los servicios de inteligencia del país. Durante la investigación de los ataques de 11-S, Giuliani acusó a la CIA y el FBI de ser demasiado reacios a la hora de proporcionar información al comité investigador.
Además, Giuliani es conocido por su tendencia a sobrepasar los límites de sus competencias y entrometerse en la política exterior. "En los últimos años Giuliani, desde la consultoría que dirige, ha instado a la administración Obama para que iniciara una guerra contra Irán, algo, por decirlo suavemente, poco perspicaz tanto estratégica como tácticamente", señaló Krútikov.
El peligro de los agentes descontentos
Pero si la intención de Trump es cambiar el sistema de inteligencia de arriba a abajo, Giuliani es la opción ideal, asegura el analista, ya que el ex alcalde siente una gran aversión hacia la burocracia investigadora. La considera una casta de arribistas que parasitan el sistema de investigación de forma poco transparente.
"A corto plazo, unas reformas 'al estilo Giuliani' podrían paralizar la CIA, que por otro lado no se encuentra en su mejor momento", recalcó el analista. Krútikov no descarta que se puedan producir problemas de seguridad debido a posibles filtraciones por parte de empleados que vayan a ser despedidos.
Recordó que un trabajador ofendido es el arma más eficaz en la guerra de agencias de inteligencia y advierte que las reformas de Giuliani podrían crear un auténtico ejército de ellos.