1.500 dólares a la semana por protestar contra Trump: ¿Son manifestantes realmente profesionales?

Unas ofertas de trabajo (con buenas condiciones) publicadas en el popular portal estadounidense 'Craiglist' incrementan las sospechas sobre los manifestantes anti-Trump.

¿Recuerdan el tuit en que Donald Trump denunciaba que era "muy injusto" que unos supuestos "manifestantes profesionales" estuvieran protestando tras su victoria en las elecciones? 

Pues algunas supuestas ofertas de trabajo publicadas en el popular portal estadounidense Craiglist podrían darle la razón al presidente electo. Una de ellas lleva por título "Parar a Trump" y ofrece nada menos que 1.500 dólares a la semana por participar en las protestas. "Contrato inmediato. ¡Llama hoy para empezar mañana!" indican. Y las condiciones son realmente atractivas: entre quince y dieciocho dólares la hora, más bonus y horas extra, con posibilidad de trabajar hasta 77 horas a la semana. Además, reembolso de gasolina para los que acudan en coche. Y más comodidades: se puede elegir entre media jornada o jornada completa, y entre turnos de mañana y tarde. Y no se exige experiencia previa. 

Sin embargo, ésta no es la única oferta de trabajo para manifestantes anti-Trump publicada en Estados Unidos. Tal como ha recogido el portal truthfeed.com (que, por otra parte, no oculta su afinidad hacia Donald Trump) este tipo de oferta de empleo ha proliferado en Internet para varias ciudades como Seattle, Los Angeles, Nueva York o Philadelphia.

Aunque, por supuesto, en los anuncios no se hace explícita la procedencia final de estas ofertas de empleo (remiten escuetamente  y en abstracto a una "organización sin ánimo de lucro"), existe la sospecha de que el magnate George Soros y su organización podrían ser quienes estuvieran dispuestos a financiar estas protestas y pagar a manifestantes que, de confirmarse la autenticidad de los mencionados anuncios, podrían ser considerados, efectivamente y tal como dijo Donald Trump, profesionales. 

Los asesores de Trump lo dan por hecho

Dos de los asesores más allegados al Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificaron a las personas que se manifestaron en contra de la elección del republicano como 'manifestantes profesionales' y pidieron a Barack Obama y Hillary Clinton intervenir", informaba el pasado domingo el diario mexicano 'El financiero'.

Incluso el ex-Alcalde de Nueva York, Rudolph Giulliani, comparte esta opinión, según unas declaraciones que hizo a la cadena de televisión ABC: "No estoy seguro si se trata realmente de simpatizantes de Hillary Clinton y Barack Obama. Se trata más bien de una clase de manifestantes profesionales", dijo. 

Por su parte Kellyanne Conway, la directora de la campaña electoral de Donald Trump, declaró a Fox News que "Obama, Clinton y el senador Bernie Sanders deberían intervenir por una transición pacífica y pedirle a sus seguidores darle una oportunidad a Trump de asumir la presidencia". Y más concretamente, con respecto a los manifestantes, les pidió directamente que "intervengan con sus seguidores, enmascarados de manifestantes ahora, muchos de ellos profesionales y pagados por cierto, estoy segura, y denle una oportunidad a este hombre para que el país pueda florecer".

¿Protestas pagadas?

Desde que el pasado miércoles Donald Trump se impuso en las elecciones presidenciales de EE.UU., miles de personas han salido a la calle en todo el país en señal de protesta.

Parece claro que muchos manifestantes son auténticos partidarios de Hillary Clinton, que obtuvo más votos directos que Trump pero perdió las elecciones en el sistema del Colegio Electoral. Sin embargo, las decenas de páginas de anuncios que ofrecen "luchar" o "parar" a Trump en Craigslist, una de las páginas de oferta del trabajo más populares del mundo, despiertan ciertas sospechas.

Los anuncios ofrecen trabajos a personas contrarias al presidente electo de EE.UU., pero en ningún momento especifican que deban salir a las calles para protestar. Algunos de estos avisos fueron publicados por grandes ONGs como Washington CAN, que suelen contratar a más gente durante las campañas electorales para organizar actos vinculados con los comicios, no necesariamente con la organización de protestas.