¿Qué supone para España la llegada de Trump al poder?
A medida que el mundo va recuperándose de la sorpresa y va aceptando que, efectivamente, la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses es un hecho verídico, empiezan a surgir preocupaciones reales, conjeturas sobre los posibles escenarios políticos, y especulaciones sobre el futuro.
España es en apariencia un país lejano, casi nunca ha figurado como una prioridad en la agenda política norteamericana y no parece tampoco una de las principales preocupaciones de Trump. Pero, ¿y España, tiene motivos para estar preocupada? ¿Qué implica para España el acceso del Partido Republicano, especialmente de Donald J. Trump, a la Casa Blanca en este año 2016?
Comercio Exterior
Una de las bases ideológicas de la campaña de Trump se resumía en una frase sencilla: "America first" (América Primero). El mensaje es amplio, pero uno de sus aspectos concretos consiste en dar prioridad a los productos nacionales sobre los extranjeros, lastrando la entrada de los productos importados con aranceles que podrían restarles competitividad.
Trump prometió una dura política arancelaria en campaña, y si la cumple, muchas empresas españolas podrían ver considerablemente reducido su volumen de exportación a EE.UU., y en conjunto la balanza comercial española podría perder una posición que ha venido siendo favorable hasta ahora: las exportaciones españolas a EE.UU. supusieron en 2015 unos ingresos de 11.410 millones de euros, lo que equivale nada menos que a un punto del Producto Interior Bruto nacional, y supone un incremento del 7% con respecto a 2014.
Cabe señalar que Estados Unidos es el sexto destino de la exportación española, el primero fuera de Europa.
Bases militares...y la economía derivada
La base aérea de Morón (Sevilla) y la base naval de Rota (Cádiz) no son sólo dos enclaves militares estratégicos de importancia tanto para EE.UU como para la OTAN; son además dos motores económicos en la zona de Andalucía. Su actividad genera un movimiento muy positivo en la economía local, aportando unos 600 millones de euros al año (contando los empleos directos e indirectos, los alquileres de los soldados y de sus familias, los contratos de mantenimiento y los pagos a proveedores de suministros). En resumen, las bases generan una energía comercial muy importante en una zona de España muy duramente castigada por el paro.
Existe el temor de que Trump imponga la misma consigna de "América primero" en territorio español, y parte de las actividades comerciales que hoy redundan en beneficio de empresas y trabajadores locales pasen a ser desempeñadas por trabajadores norteamericanos. El temor ha ascendido hasta la clase política regional: Susana Díaz, la presidenta de Andalucía, ha anunciado que defenderá a los trabajadores locales y exigirá a Trump que respete los acuerdos en vigor para garantizar la seguridad laboral en el entorno de las bases.
Estabilidad geopolítica
Otros temores tienen que ver con la situación de España en el mapa global. España es un país miembro de la OTAN y de la Unión Europea, y quienes consideran que ambas organizaciones son beneficiosas para la estabilidad de España temen que el mandato de Trump las debilite, y por esa vía resulte perjudicial para España.
Sus temores no son del todo infundados. Por un lado, son conocidas las intenciones de Trump de pedir "un reparto más equitativo" de la carga económica de la OTAN, lo que significa que Estados Unidos, bajo su mandato, reduciría su aportación, y eso podría resultar crítico para la alianza. Por otro lado, el euroescepticismo de Trump no va a ayudar a la Unión Europea, que no pasa precisamente por uno de sus momentos de mayor cohesión. En resumen, las dos estructuras que actualmente sitúan a España en el mapa geopolítico han sentido el temblor de sus cimientos en cuanto Trump ha ganado las elecciones, y España se mantiene expectante ante su incierto futuro.
David Romero