Melinda Taylor, abogada del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que este lunes ha sido interrogado por primera vez por la Fiscalía sueca bajo acusaciones de acoso sexual, asegura en declaraciones a RT que su cliente "da la bienvenida a esta oportunidad de limpiar su nombre, ya que siempre ha dicho que es inocente".
Taylor recordó que el fiscal anterior cerró el caso de Assange al no hallar ninguna base para investigación, razón por la que Julian "se ha mostrado insistente en que debe ser escuchado", para que su caso sea cerrado de nuevo, porque -sostiene- "cualquier fiscal imparcial e independiente debe llegar a la misma conclusión".
Severo deterioro de salud
La abogada lamenta que Suecia haya tardado seis años en llegar en la embajada de Ecuador en Londres, donde Assange vive desde hace más de cuatro años y medio, y se aviniera a interrogarlo allí solo después de que la ONU decidiera a su favor y exigiera que fuera "liberado" y que "reciba una compensación", recalcó Taylor.
La abogada lamentó que las evidencias del caso "o bien fueron robadas y ya no están disponibles", como pasó con sus mensajes SMS, "que no pueden ser guardados en las redes de los servicios de telecomunicaciones".
Asimismo, denunció que la salud de su cliente "se ha deteriorado severamente" por tener que vivir encerrado, y dijo que debería ser liberado una vez concluya el interrogatorio, que puede durar unos días más.
Por su parte, la abogada de Assange, Jennifer Robinson, afirma que él participó en el interrogatorio pese a irregularidades. "No le dieron una notificación formal para asistir", señaló Robinson. "El Consejo de Defensa ecuatoriano lo planteó como inquietud cuando el proceso fue abierto. Y el procedimiento continuó sin haberlo invitado".
Sin embargo, aseguró la jurista, el fundador de WikiLeaks "se sintió obligado a tomar la oportunidad que por fin le dieron de ofrecer su versión de los hechos". "Y vamos a plantear estas irregularidades más tarde, cuando sea necesario", concluyó.