El presidente de la República Popular China Xi Jinping visitará Ecuador, Perú y Chile entre el 17 y el 23 de noviembre. En su gira por América Latina firmará acuerdos comerciales con cada uno de los citados países y se reunirá con sus jefes de Estado.
Este será su tercer viaje a la región. En 2013, el mandatario chino recorrió Trinidad y Tobago, Costa Rica y México. Posteriormente, en 2014, estuvo en Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba.
Al respecto de la visita, el investigador del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China, Xu Shicheng, afirma que "en el último año, las relaciones entre China y América Latina han experimentado un desarrollo rápido, gracias a 'una cooperación integral y un fomento bilateral mutuo' propuestos por el presidente Xi". En ese sentido, enfatiza que con este viaje se alcanzará "una nueva fase" en la la cooperación integral y las relaciones bilaterales entre el gigante asiático y la región latinoamericana.
Ecuador, Perú y Chile
La primera escala de Xi será Quito. Allí se reunirá con el presidente Rafael Correa y la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira. Será esta la primera visita de un mandatario chino al país desde que establecieron relaciones diplomáticas en 1980. Además de firmar una serie de acuerdos y convenios, será ratificada la ayuda humanitaria china a Ecuador por el terremoto (y centenares de réplicas) de abril de 2016. Pekín ha aportado más de 10 millones de dólares en préstamos directos y para reconstrucción de viviendas.
El segundo país que visitará el jefe de Estado chino será Perú, donde estará el 19 y 20 de noviembre participando de la 24.ª Reunión de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima. Además se entrevistará con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, que ya visitó China en septiembre de este año.
Finalmente arribará a Chile, Estado latinoamericano con el que Pekín tiene mantiene una larga relación ya que fue el primero de la región con el que estableció relaciones y también con el cual firmó un tratado de libre comercio. Además de reunirse con la presidenta Michelle Bachelet, Xi dará impulso a la revisión y modernización del acuerdo económico vigente entre ambos países, proceso iniciado en 2015.
Apuesta por América Latina
Desde comienzos del nuevo siglo China ha ido incrementando sus lazos políticos y comerciales con Latinoamérica. Según la agencia ecuatoriana Andes,"el volumen comercial entre China y América Latina se ha multiplicado por más de 20 durante la última década hasta situarse en 236.500 millones de dólares en 2015". Asimismo el gigante asiático "es el segundo mayor socio comercial y la tercera fuente de inversión de Latinoamérica".
Consultado por RT, el sociólogo e investigador Martín Ogando explica que "si uno mira el panorama global y se concentra exclusivamente en los volúmenes del comercio exterior nuestro continente sigue ocupando un lugar menor" en la relación con China. "Poco más del 4% de las exportaciones chinas tienen como destino América Latina, un porcentaje idéntico al de África, por ejemplo, y casi el 6% de los productos que importan tienen ese origen, equivalente por ejemplo a Oceanía", agrega.
Sin embargo, para Ogando "esta es la foto de un solo lado". "Si uno ve la película, encuentra que el comercio exterior total entre China y América Latina creció nada menos que 179 veces entre 1984 y el 2014", constata. Y al mismo tiempo, prosigue, si se toma en cuenta "la otra cara de la moneda, China se convirtió en el principal socio comercial de la mayor parte de América Latina, sobre todo de los países de Sudamérica".
El especialista argentino considera que en este contexto "la provisión de materias primas, de energía y biodiversidad que tiene nuestro continente es estratégica para la economía China". Esto se expresa en "una mayor ofensiva mediante misiones diplomáticas, inversiones en obras de infraestructura y búsqueda de tratados de libre comercio bilaterales o con los bloques regionales".
¿Cómo influirá la victoria de Trump?
Sin duda el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. implica un llamado de atención para toda la región y también para Beijing que fue eje de las críticas del magnate durante la campaña electoral.
"Hay que ver cómo impacta el triunfo de Trump en estas relaciones", afirma Ogando. "Es posible que haya una mayor relevancia de América Latina para China, por dos motivos distintos", aventura. En primer lugar, si Trump cumpliera parte de sus promesas, "llevaría a EE.UU. a una política más proteccionista y aislacionista". Ello supone "grandes problemas para China, entre otras cosas porque tiene en EE.UU. su principal comprador", pero también "puede suponer un repliegue norteamericano en relación a Latinoamérica, y esto puede ser una oportunidad para China", puntualiza.
Finalmente, el experto subraya que "los vínculos entre EE.UU. y China son simultáneamente de competencia y de fuerte interdependencia". Al mismo tiempo que "hay disputas comerciales, o por áreas de influencia, son dos gigantes que se necesitan mutuamente". Así como EE.UU. sigue siendo el principal mercado para las exportaciones chinas, Pekín "ha jugando un rol financiero fundamental para evitar un agravamiento de la crisis del 2008/2009. Un desacople o una confrontación mayor es potencialmente desastroso para ambas economías", concluye.
Santiago Mayor