Kris Kobach, secretario de Estado de Kansas y asesor del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado que el próximo Gobierno de ese país podría desarrollar el proyecto para construir un muro en la frontera con México sin la aprobación inmediata del Congreso, informa Reuters.
A pesar de que esa institución está controlada por el Partido Republicano, el hecho de que pueda objetar la redirección de fondos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) que requeriría la infraestructura ha provocado que los asesores del magnate examinen la posibilidad de desarrollar los trabajos sin su aprobación.
Volver a registrar la entrada de musulmanes
Este político, que figura entre los asesores de 'línea dura' en materia de inmigración y participó en la redacción del endurecimiento de las leyes del estado de Arizona al respecto, también ha destacado que están elaborando una propuesta para restablecer un registro de personas procedentes de países musulmanes, con el objetivo de que Trump y el DHS "comiencen a trabajar enseguida".
Esa práctica, que se efectuaba a través del Programa de Seguridad Nacional de Registro de Entrada y Salida de EE.UU. (NSEERS, por sus siglas en inglés) y en cuya elaboración durante la presidencia de George W. Bush participó Kobach, incluía identificaciones e interrogatorios de las personas procedentes de países calificados de "de más alto riesgo" que deseaban entrar en EE.UU.
Tras las críticas del DHS y de ciertos grupos de derechos civiles, que consideraban que se centraba en los inmigrantes musulmanes de manera injusta, el programa NSEERS dejó de aplicarse en 2011.
¿Cumplirá sus promesas electorales?
La construcción de un muro que separe la frontera entre México y EE.UU. ha sido una de las claves de la campaña presidencial de Donald Trump, quien ha prometido deportar a dos o tres millones inmigrantes ilegales y reforzar el control sobre los alrededor de 11 de indocumentados que viven en su país.
A su vez, el multimillonario apoyó "la investigación exhaustiva" de los musulmanes que pisen territorio norteamericano para proteger la seguridad nacional.
De cualquier modo, el futuro presidente de EE.UU. aún no se ha comprometido a seguir ninguna recomendación exacta de su equipo de asesores.