Alertan sobre los peligros de mercantilizar la ayahuasca
Popularizada como poderosa droga psicodélica, la ayahuasca, una bebida medicinal de los indígenas amazónicos elaborada a partir de dos plantas, está en peligro de extinción debido a su alta demanda y a una comercialización indiscriminada.
Reunidos en octubre pasado en la ciudad de Río Branco, capital del estado Acre (Brasil) para la segunda Conferencia Mundial de la Ayahuasca, los centros tradicionalistas que resguardan las formas ancestrales de consumo de la considerada 'medicina', alertan que "después de décadas de explotación predadora de las dos especies vegetales que componen la ayahuasca, el riesgo para la selva amazónica es evidente".
Un reporte de la conferencia asegura que una de las plantas que se combinan para producir el brebaje, la Banisteriopsis caapi, "se encuentra en riesgo de desaparecer, ya que además es casi imposible de cultivar. En los últimos años se ha triplicado su precio, llegando actualmente a los 250 dólares por litro".
Los peligros de la lógica del capitalismo
La ayahuasca o yagé es una bebida preparada a base dos plantas: la enredadera de ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y un arbusto llamado chacruna (Psychotria viridis), el cual contiene un alucinógeno denominado dimetiltriptamina (DMT).
Los centros tradicionalistas que trabajan para conservar el patrimonio asociado a la ayahuasca, advirtieron sobre quienes intentan patentar el ritual e introducirlo en la lógica capitalista. Alerta que eso solo puede llevar a que el brebaje se torne peligroso y a que su propio poder curativo se ponga en riesgo.
Citando una carta de principios de 1991, recuerdan a los usuarios la obligatoriedad del "uso exclusivo de ayahuasca y agua, sin adición o combinación de ningún tipo" y que no se permite "ninguna forma de comercialización".
Moisés Pianko, miembro de la tribu Asháninka del norte de Brasil, declaró que "el arte sagrado de los indios se ha transformado en entretenimiento (…) La ayahuasca no es una broma. El hombre blanco quiere patentar nuestro ritual, usarlo como una manera más de ganar dinero, pero el mundo espiritual no está a la venta".
Analizando con especial cuidado el caso peruano, el investigador Carlos Suárez aseguró que en la actualidad existen cerca de "40 retiros terapéuticos alrededor del mundo" que se especializan en ayahuasca. "Estos centros acogen a más de 4.000 personas al año y cobran hasta 400 dólares por noche. Algunos también ofrecen baños de barro, sesiones de yoga y excursiones a Machu Picchu".
Uno de los mayores temores es que un "uso excesivo de la ayahuasca", y su consecuente mercantilización, lleven a que la planta sea "percibida como un riesgo", con el consiguiente peligro de que sea prohibida o controlada por las industrias farmacéuticas, como ha ocurrido con otras plantas.
Ernesto J. Navarro