Jean-Pierre Bel, nombrado Enviado Personal de la Presidencia de la República de Francia la zona de Latinoamérica y el Caribe, estuvo recientemente de visita en Cuba. A su regreso a Francia, destacó que la isla "es un símbolo porque ha sabido resistir durante mucho tiempo y ha mostrado el valor de defender su soberanía".
"Es un ejemplo de alma y valentía", añadió el político galo. Recordó la "tremenda injusticia" que supone el bloqueo de los EE.UU. y como a lo largo de los años La Habana ha logrado el apoyo de toda América Latina en el repudio a esa sanción económica impuesta unilateralmente por Washington.
Remarcó que, en ese marco, Cuba "es esencial" y que la voluntad de París de acercarse a Latinoamérica "comienza por ahí".
El bloqueo y la "posición común" europea
Durante su estadía en Cuba entre fines de octubre y principios de noviembre, Bel se refirió al bloqueo comercial impuesto por EE.UU. "Esta situación es hoy incomprensible en un momento en que todas las partes hacen esfuerzos para resolver un diferendo que dura más medio siglo", dijo.
El ex presidente del Senado francés añadió que "si los Estados Unidos desean presentarse como un país que respeta los derechos humanos, debería poner fin" a esta medida. "Imaginar que uno va a derrocar a un gobierno haciendo pasar hambre a su pueblo es a la vez inmoral, de una gran estupidez y tremendamente ineficaz", criticó con dureza.
Por otra parte, el enviado especial habló de la llamada "posición común" adoptada por la Unión Europea en 1996 hacia Cuba, que suponía condicionar cualquier tipo de ayuda a que haya cambios "democráticos" en la isla. "Hay que reconocer que desde hace mucho tiempo Francia quería impulsar un cambio en esta posición común", señaló. Y consideró que esa perspectiva era equivocada pues implicó "cerrar la puerta a toda posibilidad de diálogo y evolución en los vínculos".