Allegados a Donald Trump cuentan que el presidente electo de EE.UU. tiene ciertos hábitos arraigados desde hace mucho tiempo, forjados debido su estilo de vida, y la pregunta es si será capaz cambiarlos para ajustarse a las responsabilidades que implican dirigir un país.
A modo de ejemplo, el diario 'The New York Times' informa que Trump no usa computadora ni lee en línea, pero que está atento a la televisión y suele recibir la mayoría de la información en persona o por vía telefónica.
En ese sentido, sus colaboradores más cercanos afirman que Trump se pregunta hasta qué punto estará aislado y si podrá mantenerse en contacto con amigos sin su móvil, con sistema operativo Android, ya que no podrá utilizarlo tras asumir el cargo. Además, según el portal Fortune, el 'smartphone' es su principal medio para utilizar Twitter, y es bien conocido que el multimillonario es un usuario activo.
Asimismo, se reporta que el republicano continúa negociando con el Servicio Secreto de los Estados Unidos sobre con qué frecuencia podría pasar los fines de semana en la Trump Tower, su rascacielos ubicado en Nueva York, desde donde dirige actualmente sus asuntos. "Es un ambiente confortable, pero lo que está en juego ahora es más importante", sostiene su asesora Kellyanne Conway.
Del mismo modo, Trump ha expresado su deseo de pasar las vacaciones en uno de los balnearios de su propiedad, como The Mar-a-Lago Club en Florida, luego de asumir la presidencia.
Por último, 'The New York Times' destaca que el Trump International Hotel en Washington, situado a tan solo cinco manzanas de la Casa Blanca, también podría desempeñar un papel importante durante el Gobierno del republicano. En ese sentido, "hay rumores" de que el edificio podría suplantar a la Blair House, la residencia oficial para los invitados del presidente de EE.UU.