En la provincia iraquí de Níneve, el Estado Islámico robó órganos de sus propios militantes hospitalizados para venderlos posteriormente en Siria a grupos de contrabandistas internacionales, según relata 'International Business Times' basándose en informaciones de la cadena 'Alsumaria TV'. El objetivo de la organización terrorista es aumentar sus vías de financiación después de la caída de sus ventas de petróleo y la reducción de ingresos por el cobro de rescates.
'Alsumaria TV' cita a una fuente que asegura el EI ha robado riñones y otros órganos de casi el 85 por ciento de los combatientes yihadistas que han sido hosptalizados en Níneve, transportándolos con posterioridad a otros lugares bajo condiciones de extrema seguridad.
No es la primera vez que se acusa al EI de traficar con órganos, pero hasta el momento solo habían utilizado a civiles para tal execrable fin. Ahora han empezado a utilizar incluso los cuerpos de sus propios compañeros, incluso los de los fallecidos en combate, de cuyos cadáveres se deshacen luego escondiéndolos en fosas.