La Armada Real del Reino Unido tiene un número "lamentablemente bajo" de buques disponibles para despliegues en el extranjero, mientras que los buques de vanguardia destinados a reemplazar a la flota por envejecimiento son propensos a fallas en el motor y el diseño, afirma el Comité de Defensa parlamentaria.
De acuerdo con el último informe del Comité de Defensa titulado 'Restaurando la Flota: Adquisiciones Navales y la Estrategia Nacional de Construcción Naval', los 19 destructores y fragatas actualmente operados por la flota de la Armada Real británica "están muy por debajo de la masa crítica requerida para muchas tareas que podrían enfrentar".
No están preparados para disuadir las amenazas
La caída de ese número, "ya un total patéticamente bajo", dejaría al Reino Unido sin preparación para disuadir las amenazas a la seguridad nacional percibidas, según los informes, como la "asertividad rusa" y los conflictos en Oriente Medio. Además, la flota británica sería incapaz de realizar misiones cerca de las aguas chinas y cumplir con las obligaciones de la OTAN, agrega el informe.
"El Reino Unido entonces carecerá de la fuerza marítima para hacer frente a las amenazas que enfrentamos en este momento, y mucho menos en el futuro. Estamos poniendo en conocimiento del Ministerio de Defensa que no debe permitir que esto suceda", cita el periódico 'The Guardian' a Julian Lewis, el presidente del Comité de Defensa.
El presente oscuro y el futuro nublado
Las trece fragatas Tipo 23 de la Armada Real, según el informe, deben ser desmanteladas entre los años 2023 y 2035 a una velocidad de un buque por año, y el futuro de los nuevos buques que las reemplazarán todavía "está nublado". El primer buque tipo 23 fue puesto en servicio en 1989, y el último, el HMS St. Albans, fue entregado a la Armada en el 2002.
La Armada Real británica afirma que las viejas fragatas serán reemplazadas por el buque de combate global Tipo 26 a partir del 2021, pero los parlamentarios sostienen que esto está en duda hasta que haya un calendario claro establecido por el Ministerio de Defensa para los reemplazos.
Errores extraordinarios
El comunicado también ha criticado al Ministerio de Defensa por haber cometido "errores extraordinarios" en el diseño de seis destructores de vanguardia Tipo 45, que costaron 1.230 millones de dólares y están destinados a convertirse en la espina dorsal de la potencia naval británica en las próximas décadas.
En enero, los Tipo 45 fueron retirados para el reajuste después de repetidas averías. En el 2014, el HMS Dauntless dejó una misión de entrenamiento debido a un fallo de motor y en el 2009 el HMS Daring perdió poder en medio del Atlántico en su primer viaje a América. El HMS Daring también perdió la propulsión en Kuwait en el 2012.
Más tarde, se reveló que el Tipo 45 no podía operar continuamente en aguas cálidas, como el golfo Pérsico. Los militares dijeron que los destructores tenían sus turbinas de gas Rolls-Royce WR-21 reemplazadas por generadores diésel.
El excomandante de la Armada, Alan West, calificó las averías de "una desgracia" para una nación que gozaba de una abrumadora supremacía en el mar hasta el colapso del Imperio británico. La situación "se debió a deficiencias importantes en la especificación, el diseño y las pruebas, por lo que la culpa se puede atribuir tanto al Ministerio de Defensa y a sus contratistas", concluye el informe.