El nuevo líder demócrata de EE.UU. que puede convertirse en un as de la manga contra Trump

La carrera política de Charles Schumer, nuevo líder del Partido Demócrata en el Senado estadounidense, está llena de éxitos después de su primera victoria en unas elecciones en Brooklyn, recién salido de la universidad.

El nuevo líder del Partido Demócrata en el Senado estadounidense, Charles Schumer, puede dar muchas sorpresas a los republicanos, cree la revista 'Forbes'. La publicación recuerda los puntos más importantes de la biografía de un político destinado a crear más de un "dolor de cabeza" al Partido Republicano.

Un candidato judío

La primera vez que el líder demócrata participó en unas elecciones fue recién salido de la universidad. Presentó su candidatura para la asamblea del neoyorquino barrio de South Brooklyn, donde se enfrentaba al veterano Jerome Cohen, 25 años mayor que él. Viendo que su oponente tenía más experiencia y más fondos, Schumer decidió jugar la carta a presentarse como el 'candidato judío', dedicando mucho tiempo a acercarse a esta comunidad, tan importante en el barrio, y traduciendo su programa al hebreo y al yiddish. Sus esfuerzos le valieron la victoria por una diferencia de 700 votos.

El Partido Demócrata –recuerda 'Forbes'– se quedó muy sorprendido por el éxito del joven, cuyo trabajo en la restauración de las carreteras de Sheepshead Bay, le cosechó todavía más popularidad tanto entre la población del barrio como entre los líderes del partido.

Su trabajo con Reagan

Después de ser elegido al Congreso, empezó a involucrarse en iniciativas relacionadas con la inmigración, lo que atrajo la atención del entonces presidente Ronald Reagan. El mandatario tomó la decisión de invitar al joven demócrata a participar en la elaboración de una reforma de inmigración, un hecho que sorprendió a mucha gente. Además, añade 'Forbes', en ocasiones Reagan podía pasar 5 o 6 horas con Schumer, discutiendo proyectos y nuevas ideas. 

Amigo de Bill Clinton

En las presidenciales de 1992 Schumer tuvo un papel clave que en la victoria de Bill Clinton en las elecciones que le llevaron a la Casa Blanca. Los Clinton todavía llaman a Schumer "su gran amigo". En 1998, el propio Charles Schumer ganó en las elecciones en el Senado norteamericano, consiguiendo todavía más influencia después de que Hillary Clinton, la mujer del ex presidente, se convirtiera en la jefa del Departamento de Estado.

Colaboración con Barack Obama

Una vez estallada la crisis económica del 2008, Charles empezó a colaborar con los republicanos para que las agencias federales estadounidenses siguieran funcionando. Su trabajo en el Senado le hizo ganar mucho peso político y granjearse el respeto no solo dentro de su propio partido sino fuera de él.

Así, Schumer consiguió persuadir a muchos políticos para que apoyaran la suspensión de sanciones y del embargo económico a Cuba y para ratificar acuerdos con Irán. Según 'Forbes', muchos expertos norteamericanos están seguros de que sin Schumer un gran número de planes del presidente Barack Obama no hubieron tenido ningún resultado.

"Un dolor de cabeza para los líderes del Partido Republicano"

Después de la derrota de Hillary Clinton en las elecciones presidenciales, 'Forbes' buscan un líder fuerte con mucho peso en el senado, lo que ha convertido a Charles Schumer en la mejor opción. Opina que si los republicanos no cumplen las promesas de Trump sobre la cancelación del 'ObamaCare', el programa del mejoramiento del acceso de los ciudadanos a los servicios de salud, es muy poco probable que mantengan la mayoría en ambas cámaras del Congreso estadounidense en las elecciones de 2018.

La revista añade que todavía está por ver cómo se desarrollarán las relaciones entre los dos partidos, pero "el 'factor Schumer' será un dolor de cabeza grave para los líderes del Partido Republicano y la nueva Administración de la Casa Blanca".

Fiel a su partido

A pesar de que en varias ocasiones le propusieron que cambiara del partido, nunca lo hizo, algo que le permitió ganar todavía más votos para ser reelegido.