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Volkswagen se reestructura y América Latina sufrirá las consecuencias
La decisión de la automotriz alemana tendrá un fuerte impacto entre los trabajadores de Argentina y Brasil.
El camino que eligió la automotriz alemana Volkswagen para recuperarse tras el escándalo por la adulteración de pruebas de emisiones contaminantes en sus vehículos diésel golpeará a sus trabajadores de América Latina, informó la Deutsche Welle.
Es que, hasta el 2025, la compañía planea despedir a unos 30.000 trabajadores en sus plantas de todo el mundo, 5% del total de su personal. Además de las 23.000 bajas que habrá en Alemania, el resto de los recortes los sufrirán Argentina y Brasil, países que ya sufren las consecuencias de sus vaivenes económicos. México también podría tener problemas, aunque ese panorama no está tan claro.
En Argentina, donde Volkswagen tiene una planta en la provincia de Buenos Aires y otra en Córdoba, la producción general del sector automotor tuvo una caída cercana al 15% en lo que va del año, según la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), por lo que, al verse afectada, la firma alemana decidió adelantar vacaciones y suspender al personal.
Esta situación se repitió durante todo el año, ya que, en febrero pasado, anunció la suspensión rotativa de 170 empleados por semana en su planta de Córdoba, más 13 días de paralización total de la producción. En tanto, en junio, la medida involucró a 450 operarios. El panorama podría agravarse el año próximo si las ventas no mejoran.
El caso brasileño
La situación en Brasil deriva de manera directa de los vaivenes de su economía, por lo que la venta de autos nuevos se redujo el año pasado un 26%. Este año, la situación empeoró, ya que según la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (ANFAVEA), entre enero y julio la producción se contrajo un 20,4% en la comparación interanual; mientras que el patentamiento de vehículos nuevos hechos en el país cayó un 22,6%.
En consecuencia, la filial brasileña de Volkswagen prevé una reducción de 5.000 personas de su planta de Sao Paulo y de otras instalaciones, en las que trabajan cerca de 20.000 empleados.
Esta caída en los indicadores económicos brasileños son los que también inciden en la producción argentina, que tiene a su vecino país como principal destino de las exportaciones automotrices.
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