Arqueólogos noruegos hallaron el pasado día 11 de noviembre los cimientos de una iglesia de madera de la ciudad de Trondheim con la tumba del rey Olaf Haraldsson, informa el sitio web del Instituto Noruego de Patrimonio Cultural. El centro subraya la importancia del descubrimiento porque "confirma la información presentada en las sagas nórdicas sobre acontecimientos importantes que tuvieron lugar en los inicios del cristianismo en Noruega".
Según los expertos del Instituto Noruego para la Herencia Cultural, el templo fue construido en vida del monarca. Además, los arqueólogos han encontrado una plataforma rectangular de piedra, que probablemente forme parte del altar, sobre la que se colocó el ataúd del rey. En este artículo podrán disfrutar de un modelo 3D obra de los científicos del citado centro escandinavo.
Rey, mártir y santo
Según el historiador islandés Snorri Sturluson, el rey Olaf Haraldsson fue enterrado en la ciudad de Trondheim tras ser martirizado en 1030. Muy pronto, relata Sturluson, la gente local empezó a atribuirle milagros al monarca fallecido. Un año más tarde el féretro fue exhumado en presencia de su sucesor en el trono y de un obispo y se vio un cuerpo en muy buen estado de conservación.
A raíz de ello Olaf fue considerado un santo y enterrado en la catedral de San Clemente, que el propio rey había erigido. El cuerpo del santo fue enterrado posteriormente en un nuevo emplazamiento porque hasta su tumba viajaban cada vez más peregrinos. La catedral de San Clemente fue destruida.
La jefa de las excavaciones, Anna Petersén, asegura del hallazgo que "es un lugar único en la historia noruega en cuanto a la religión, cultura y política. Una gran parte de la identidad nacional noruega ha sido establecida a partir del culto de santidad que rodeó a San Olaf; es donde comenzó todo".