Las mayores pasiones de Fidel Castro
Fidel Castro llevó a lo largo de su vida una carrera política admirable por la cual fue reconocido a nivel mundial. No obstante, el líder cubano tenía otras pasiones aparte de la política. He aquí algunas de las más recordadas.
El café: ingrediente para la revolución
Además de disfrutar de esta popular bebida, durante décadas Castro frecuentó cafés acompañado a intelectuales y personalidades de la literatura, la historia y la política. Entre los más recordados está el Café La Habana, un establecimiento fundado en la década de 1950 en Ciudad de México donde se presume que junto a Ernesto 'Che' Guevara planeó la Revolución Cubana.
Su rifle: el más fiel compañero
Es probable que haber sido objeto de más de 600 atentados infundiera en Castro el amor por las armas.
Al respecto, Juan Reinaldo Sánchez, uno de sus principales escoltas durante 17 años, señaló al diario 'ABC' que "Fidel dormía con su kaláshnikov al alcance de la mano" y mantenía otro fusil de asalto "a sus pies", en la parte trasera del mercedes blindado que le regaló Sadam Hussein.
Los habanos: un placer irrenunciable
Las numerosas imágenes del líder sosteniendo un habano entre sus dedos atestiguan su gusto por el tabaco e hicieron famosa a la marca cubana Cohíba, su favorita. Considerados como los mejores cigarros del mundo, inicialmente eran exclusivos para diplomáticos y mandatarios.
La oratoria: su arma infalible
Su amor por la palabra quedó claramente demostrado en los cientos de discursos que pronunció. Fidel tiene incluso el récord por la intervención más larga jamás dada ante la ONU, cuatro horas y 29 minutos, una marca imbatida hasta el momento.
Su retórica, considerada por muchos poética, siempre inspiró admiración y le permitió convertirse en el líder máximo del movimiento revolucionario en Cuba.