El estadounidense William Pulliam, que le propinó varios disparos a un adolescente afroamericano de 15 años de edad, que después le produjeron la muerte, confesó a la Policía que, a su modo de ver, "ya hay una basura menos en las calles", informa 'Charleston Gazette-Mail'.
El hecho tuvo lugar en Charleston (Virginia Occidental), cuando Pulliam primero tuvo un conflicto con el adolescente en la calle y luego pasó por una tienda. Al salir del local, el hombre de 62 años vio aproximándose a James Means, como se llama el joven fallecido, y le disparó 2 veces al abdomen en "legítima defensa", según destacó durante la investigación policial. El muchacho murió poco después en el hospital.
Cabe destacar que William Pulliam no tenía derecho legal a portar armas, dado que se lo prohibieron tras un incidente en el 2013, cuando agredió a su hija embarazada al propinarle un puñetazo y una patada en el vientre.
Actualmente Pullman se encuentra detenido y, según la Policía de Charleston, el FBI está investigando el tiroteo, aparentemente para determinar si cumple los criterios para ser clasificado como un crimen racial.