EXCLUSIVA: RT es testigo de la paralización de un desahucio en Madrid

En España, organizaciones como Cáritas cifran en 40.000 el número de personas sin hogar y alertan de que esta cifra puede ir en aumento debido a las ejecuciones hipotecarias: solo durante el segundo trimestre de 2016, 6.398 personas fueron notificas del inicio de un proceso de desahucio sobre su primera vivienda. 

En este proceso se encuentra Hugo Munarriz, quien compró una vivienda con su hermana hace diez años en Leganés (Madrid). El afectado, de 59 años, explica a la corresponsal Helena Villar que pudo pagar su hipoteca hasta 2011. Sin embargo, ese año, la cuota hipotecaria subió a más de 1.850 euros y, además, su hermana y su cuñado se quedaron sin trabajo. 

Desde entonces, han protagonizado una lucha constante para negociar con el banco, que finalmente inició un proceso de desahucio de la familia que debería haberse ejecutado este lunes por la mañana. "De ánimos es muy duro, muy duro, te traumatiza. Yo ahora mismo no sé, es como si estuviera destruido, es eso, y veré la forma de cómo rehacerme, son momentos duros", explica Hugo horas antes de la paralización del desahucio mientras espera que lo echen de su hogar. 

En la casa viven siete personas, entre ellas una niña de cuatro años y una joven de 20 con un 50% de discapacidad. Sin embargo, nadie les ha ofrecido una alternativa: si el desahucio se lleva a cabo, Hugo y su familia se quedarán en la calle. 

La ley española sólo protege a los menores de tres años y con padres en situación de exclusión social, es decir, en paro, ofreciéndoles una moratoria de dos años. Sin embargo, este no es el caso de Hugo. 

"Esto sigue siendo un atentado a los derechos humanos y siguen jugando con las personas. No es normal que a día de hoy, que es la fecha del lanzamiento, esta familia tenga la incertidumbre de si la van a echar o no", explica Felicitas Velázquez, activista antideshaucios. 

Conforme avanza la mañana cada vez son más los activistas de la plataforma antidesahucios que se van congregando a las puertas del edificio. No pueden pasar adentro por orden expresa de la policía, que comienza a desplegarse en la zona. "Yo soy vecina, acabo de bajar y he visto el panorama. Me parece vergonzoso, me he indignado, estoy totalmente indignada", denuncia una vecina. 

Sin embargo, no es la única familia que va a a ser desahuciada este lunes: "Cada vez que llegamos a un desahucio nos dicen que hay dos más o cuatro más. Hoy hay cuatro desahucios en Leganés de los cuales solo tenemos conocimientos de este", explica otro activista.

Entre consigna y consigna, el reloj avanza y llega la comitiva judicial para ejecutar el desahucio. Se queda a las puertas de la casa mientras fuera se producen los primeros forcejeos. El tiempo corre y el timbre no suena. La familia apura los últimos minutos intentando hablar con el banco, la jueza, e incluso, el alcalde.

Tras hora y media de negociación, se abre la puerta y llega la buena noticia: desahucio parado por intermediación de activistas y políticos con la entidad bancaria.

"La verdad es que no tenía ningún sentido continuar con este desahucio puesto que había menores y dependientes dentro de la casa y era una cuestión de humanidad. Al final se ha conseguido aplazar el desahucio sin fecha y vamos a esperar a ver qué soluciones aporta el ayuntamiento. En cualquier caso es un día feliz", cuenta Francisco José Muñoz, concejal de Leganemos. 

Mientras tanto, Hugo agradece a todo el mundo las muestras de apoyo. Es la alegría de una familia que ha conseguido conservar, por el momento, su hogar, otras no han tenido tanta suerte: solo en 2015 se ejecutaron alrededor de 30 mil desahucios en España.