Como en tiempos de la URSS: El objetivo de la Flota del Mar Negro de Rusia en el Mediterráneo
El servicio como parte del grupo naval ruso en el Mediterráneo será uno de las principales objetivos de la Flota del Mar Negro el próximo año, informó este lunes RIA Novosti, citando al servicio de prensa de esa subunidad dependiente de la Armada Rusa.
La declaración fue realizada por el comandante de la Flota del Mar Negro, Alexánder Vitkó, al término de una reunión del Consejo Militar de la Flota, llevada a cabo en Sebastopol.
Cabe recordar que hace 50 años, también con Oriente Medio en guerra, Rusia fundó una escuadra permanente en el Mediterráneo, la cual operó en la región contra la Sexta Flota de EE.UU. hasta 1992.
Incluso, aquella flota operó eficazmente sin tener bases.
¿Cómo ocurrió esto?
Durante la Guerra Fría, el predominio naval británico en la región fue sustituido por el estadounidense. La Sexta Flota de EE.UU. intentaba mantener el control sobre Oriente Próximo, una región muy rica en recursos petrolíferos, y 'sellar' la Armada de la URSS en el mar Negro.
Es por eso que el mando naval soviético insistió en reiteradas ocasiones ante los políticos del país con el fin de poder contar con una presencia permanente en el Mediterráneo.
La hora de la Armada soviética llegó en 1967, en plena crisis en Oriente Medio, originada por la Guerra de los Seis Días.
En junio de 1967, el Politburó [el máximo órgano de gobierno y dirección del Partido Comunista de la URSS] decidió fundar la llamada Quinta Escuadra Operativa. La formación de aquella histórica agrupación se llevó a cabo a toda prisa debido al empeoramiento de la situación en Oriente Medio. El mismo mes de junio el mando de la escuadra llegó de Moscú a Sebastopol para de inmediato partir de allí al Mediterráneo.
Un funcionamiento sin parangón en el mundo
El servicio de la Quinta Escuadra Operativa se vio complicada por la ausencia completa de bases navales soviéticas en el Mediterráneo, que cualquier flota del mundo necesitaría para protegerse contra tormentas, reponer reservas de agua y provisiones, y para el descanso de los marineros, entre otros.
Mientras tanto, su 'enemigo potencial' [así figuraba Estados Unidos en partes militares de la URSS], la Sexta Flota de EE.UU., tenía bases de sobra.
La flota rusa podía disponer solamente de un número limitado de puntos donde anclar: el Puerto Saíd (Egipto, hasta 1972) y Tartús, Siria. Además, las embarcaciones que utilizaban estos puertos debían ser pequeñas.
Por esta razón, los demás buques de la escuadra se anclaban en enormes barriles instalados en aguas poco profundas en ciertas áreas (llamadas 'Pochka', o Puntos) del mar Mediterráneo.
Así, el cuartel general del comandante de escuadra se ubicaba cerca de las costas de Túnez, en el llamado Punto 3. A este mismo punto llegaban en secreto los submarinos procedentes de la Flota del Norte de la URSS. En el golfo de Marsa Matruh, en la frontera entre Libia y Egipto, fue instalado el Punto 52.
En el Punto 52 también eran anclados los buques de superficie que llegaban al Mediterráneo desde las bases de las flotas del Norte, del Báltico y del mar Negro.
Asimismo, en el Punto 10, situado cerca de la isla griega de Lemnos, se encontraban apostadas las naves de la inteligencia soviética. Y el Punto 70 se encontraba cerca de las costas de Francia e Italia.
Otros Puntos fueron ubicados en Creta, así como en varios lugares del Mediterráneo.
Distribución de las fuerzas
En total, la Quinta Escuadra Operativa disponía de entre 70 y 80 buques, frente a los 30 a 40 buques de la Sexta Flota de EE.UU., pero la Flota estadounidense contaba con dos portaviones. A pesar de los riesgos de confrontación, ambas fuerzas propiciaron un equilibrio en la región.
Otra vuelta de la historia
Sin embargo en 1992, tras la desintegración de la URSS, aquella extraña pero potente escuadra se desmanteló y en esa década la presencia rusa en el Mediterráneo casi se desvaneció. Así fue hasta 2014, año en que Rusia anunció la creación de la flota permanente en el Mediterráneo.