"El fin del comienzo": Las consecuencias de la batalla de Alepo
"Esto no es el fin, ni siquiera es el comienzo del final. Pero, posiblemente, sea el fin del comienzo", afirmó el célebre político británico Winston Churchill al resumir la derrota de los nazis en la Segunda Batalla de El Alamein, y esa misma analogía establecen algunos expertos en relación al avance del Ejército sirio en Alepo.
Este martes el Ministerio de Defensa ruso anunció que hubo un gran avance en la lucha por Alepo, y la liberación de la parte oriental de la ciudad, con sus 14 distritos y población de más de 80.000 personas. Según expertos militares, la campaña, cuyos 'premio principal' es la ciudad más grande de Siria, está llegando a su fin.
¿Qué pasaría después? A esa cuestión está dedicado un comentario del analista militar ruso Ilya Krámnik, publicado por el portal Lenta.
Una ciudad en un cruce de caminos
Alepo es ―junto con Damasco― uno de los principales objetivos de cualquier guerra por el control de Siria y el Levante. La ciudad está situada en un cruce de estratégico de comunicaciones y la posesión de Alepo y sus alrededores en la actual guerra civil en Siria, significaría el control sobre la frontera norte de Siria y la posibilidad de seleccionar la dirección para una nueva ofensiva.
A su vez, para los islamistas, el control de la zona, durante el período de su apoyo activo por parte de Ankara, ha significado envíos de material necesario y sin trabas desde Turquía.
El interés de Rusia
Pero, ¿qué busca Rusia y cuál sería un resultado favorable para ese país? "Como tal, podría considerarse [el hecho de] conservar en todo el territorio sirio (o al menos la mayor parte del mismo) el poder de las autoridades gubernamentales, garantizar los derechos humanos básicos y la proteger la diversidad cultural, religiosa y étnica, prevalecientes en el país durante varios siglos", afirma el analista. "Definitivamente, el régimen secular y autoritario de los oficiales 'de la casa de los Assad' corresponde con esta tarea mucho mejor que la teocracia islámica con matiz terrorista", agrega Krámnik.
Desde el punto de vista pragmático, la preservación del Estado laico de Siria es necesaria para Rusia a fin de detener la propagación del islamismo radical, especialmente cerca de las fronteras rusas, así como para preservar la influencia rusa en la región, que es esencial para la seguridad del país.
En estas condiciones, tanto Moscú como Damasco no están interesados en conocer las diferencias entre los grupos que operan contra las tropas gubernamentales en Alepo, sea el Frente Al Nusra o Ejército Sirio Libre o cualquier otra organización. "Si están luchando del lado de los islamistas y se comportan como los islamistas, entonces son islamistas", sugiere Krámnik.
Variables del desenlace
Incluso si Alepo en los próximos días o semanas vuelve bajo el control total de Damasco, predecir el curso de la guerra no sería fácil, sostiene el analista, quien plantea tres posibles condicionantes del posible desenlace de la guerra.
"En primer lugar, Damasco debería responder de alguna manera a la cuestión de las formas de interacción con los kurdos, actualmente 'suspendida' hasta que se normalice la situación. De lo contrario, la ofensiva contra el Estado Islámico simplemente sería imposible, precisamente porque EE.UU. no abandonaría sus intentos de reforzar su influencia en el Kurdistán", afirma Krámnik.
En segundo lugar, en caso de una victoria en Alepo, las tropas sirias pronto estarán inevitablemente en contacto directo con unidades turcas, hecho con amenazaría con un enfrentamiento militar directo entre Damasco y Ankara, especialmente en vista de las recientes declaraciones de Erdogan sobre la necesidad de derrocar a Assad.
En tercer lugar, una victoria de Damasco difícilmente podría ser asumida por las monarquías del Golfo, que apoyan a los islamistas y podrían organizar acciones de respuesta, concluye el analista.