Los enormes submarinos nucleares rusos del proyecto 949A Antéi (Oscar II, según la clasificación de la OTAN) son capaces de atacar desde cientos de kilómetros de distancia al orgullo del poder naval estadounidense: los portaviones, informa la revista 'National Interest'.
Debido a que cada portaviones va acompañado por un grupo de buques, algunos de ellos especializados en guerra submarina, los sumergibles Antéi no pueden acercarse a los portaviones para atacarlos directamente con torpedos. Pero estos submarinos no tienen necesidad de aproximarse para efectuar el ataque, porque están armados con 24 misiles de crucero P-700 Granit, conocidos también como 3M45, capaces de impactar en blancos en superficie desde una distancia de hasta 650 kilómetros.
Estos submarinos no tienen necesidad de aproximarse para efectuar el ataque
Los misiles P-700 Granit, de diez metros de largo y casi ocho toneladas de peso, son capaces de alcanzar velocidades de Mach 2,5. Estos misiles son guiados hacia el blanco por un sistema de satélite, y si se disparan simultáneamente varios Granits, estos pueden conectarse en red para transmitir información sobre el blanco y abordarlo desde diferentes ángulos. Además estos misiles pueden equiparse con ojivas nucleares de hasta 500 kilotones.
Los submarinos clase Antéi miden 154 metros de largo, lo que les permite llevar una gran cantidad de armamento. Además de miles de crucero, estos sumergibles también cuentan con arsenal de menor alcance. Están equipados con cuatro lanzatorpedos de calibre 533 milímetros diseñados para disparar misiles antisubmarinos RPK-2 Viuga (Starfish) y dos dispositivos de calibre 650 mm que permite disparar misiles antibuque RPK-7 Veter (Stallion) con un alcance de hasta 100 kilómetros. Ambos misiles pueden ser equipados con ojivas nucleares.