"Trump tendrá el botón nuclear, pero nosotros tenemos la cámara", Gael García Bernal y Pablo Larraín
El actor mexicano Gael García Bernal y el director chileno Pablo Larraín han concedido una entrevista al diario británico 'The Guardian', publicada este viernes, dentro de la campaña de promoción de la película 'Neruda', que aborda la caza realizada por el Gobierno chileno contra el poeta y senador comunista Pablo Neruda y que lo forzó al exilio.
Ambos artistas advierten de la etapa peligrosa y oscura en la que ha entrado Estados Unidos con la elección de Donald Trump, aunque se niegan a aceptar el discurso del odio con el que Trump tachó a los mexicanos de violadores y criminales. Bernal sostiene que los latinos con influencia en las industrias creativas "deberíamos apoyar a los que no tienen los derechos que nosotros sí tenemos". El discurso del odio es siempre peligroso y más en un país "en el que cualquiera puede conseguir una pistola y tomarse la justicia por su mano", afirma el intérprete mexicano.
Antes Estados Unidos era el eje alrededor del cual todos girábamos y ahora ya no es un país indispensable
Preguntados sobre si ven posible que haya un genocidio, Bernal asiente y afirma que no hace mucho la presidencia de Donald Trump parecía una idea excéntrica. El director chileno Pablo Larraín se lamenta de que no se haya aprendido nada de los conflictos y el sufrimiento causados por el odio y la xenofobia en el siglo pasado: "No somos capaces de entendernos los unos a los otros, eso da mucho miedo".
Para Larraín el cine "siempre es un acto político". El clima de tensión en EE.UU. puede desencadenar violencia política, incluso una guerra, pero también una brillante respuesta artística: "Trump tiene los códigos nucleares y el Ejército. Yo tengo una cámara y la voy a usar", sentencia el director chileno, que ha prometido utilizar la cámara para proteger la verdad tal y como la entiende, "esa es la razón de que esté aquí".
Bernal considera que América Latina "ha aprendido" de su turbulenta historia y "ahora es más madura", lo que ha convertido a la región en uno de los más vibrantes centros culturales del mundo. Antes Estados Unidos era "el eje alrededor del cual todos girábamos" y ahora ya no es un "país indispensable". Para el actor, el apoyo estatal dio al cine latinoamericano la oportunidad de experimentar.