El Estado Islámico fabrica armas a escala industrial —desde cohetes y granadas de mortero hasta explosivos— en Mosul y alrededor de esa ciudad iraquí, según un informe de la ONG Investigación de Armamento en Conflicto (CAR, por sus siglas en inglés).
Este grupo de investigación con sede en Londres (Reino Unido) asegura que "el grado de organización, control de calidad y gestión" de ese inventario bélico indica que el EI posee "un sistema de producción industrial complejo y controlado de manera centralizada".
Una cadena de suministro "robusta y fiable"
El estudio que esa organización realizó a finales de noviembre demuestran que los yihadistas poseen una cadena de suministro "robusta y fiable" entre Turquía e Irak que les permite producir decenas de miles de armas.
A medida que las fuerzas iraquíes avanzan en Mosul los extremistas pierden su capacidad para mantener esta actividad, pero el director ejecutivo de CAR, James Bevan, advierte que "los luchadores altamente entrenados utilizarán su experiencia incluso en caso de retirada".
Bevan recuerda que se trata de un colectivo "muy bien organizado", con lo cual percibe "lo que les viene encima" y habrían podido enviar a sus mejores fabricantes de bombas desde Irak a otros países, incluido Turquía, en donde podrían comprar diferentes mecanismos para elaborar su armamento, porque saben que su demanda es superior a los materiales que están disponibles en territorio iraquí.
El informe de CAR concluye que "los grupos muy bien organizados pueden operar en gran medida de modo independiente para producir una gran variedad de armas militarmente efectivas si se les ofrece la oportunidad de explotar al máximo los mercados comerciales".
Entre 3.000 y 5.000 militantes del Estado Islámico permanecen en Mosul, donde todavía también viven alrededor de un millón de personas en pésimas condiciones humanitarias. Además, esos extremistas emplean a miles de rehenes como escudos humanos contra los ataques aéreos que realizan las fuerzas iraquíes y sus aliados. Los militares Irak y las milicias kurdas, apoyados por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, comenzaron una operación para liberar Mosul el 17 de octubre.