Llama la atención que distintos grupos de científicos hayan intentado averiguar en diferentes momentos qué asiento es el más seguro en un avión, y que hayan llegado, en muchos casos, a la misma conclusión.
En 2007 la revista 'Popular Mechanics' examinó los datos de accidentes aéreos que habían tenido lugar en Estados Unidos desde 1971 para determinar dónde iban sentados los pasajeros que sobrevivieron. El resultado del estudio demostró que en la mayoría de casos los supervivientes viajaban en la parte trasera del avión.
Otra investigación de la universidad de Greenwich desarrollada conjuntamente con la Autoridad de Aviación Civil británica, publicada un año más tarde, confirmó que los pasajeros con más probabilidades de salir con vida de una catástrofe aérea eran aquellos que van sentados en la parte trasera, no más de cinco filas más allá de la salida de emergencias. Según el estudio, las posibilidades de sobrevivir a un accidente para estos pasajeros es de un 65 por ciento. Para sacar esta conclusión, los científicos analizaron los datos de 105 accidentes aéreos ocurridos en varias partes del mundo.
Otro equipo de científicos, esta vez de la revista 'Time', llevó a cabo en 2015 un análisis de las catástrofes aéreas ocurridas desde 1980. Sus resultados también confirmaron que los asientos situados en el último tercio del avión eran los más seguros. Según ellos, la probabilidad de morir en un accidente si se ocupaba uno de estos asientos era de un 32 por ciento.