El grupo activista 'Turkey Blocks' ha informado que el lunes por la noche, tras el atentado contra el embajador ruso en Turquía, hubo un importante descenso en la actividad en las redes sociales. El Gobierno turco emplea el bloqueo de las redes sociales de forma habitual en situaciones de emergencia, como este asesinato, o durante el fallido golpe de Estado del pasado julio.
El diario 'The Daily Pot' ha conseguido hablar con un trabajador estadounidense de una ONG que afirmaba que no podía acceder a Facebook, Facebook Messenger, o Twitter el lunes por la noche, pero que sí podía navegar por otras páginas de internet.
Los periodistas afirman que cada vez sufren con más frecuencia estas medidas del gobierno turco, lo que les obliga a ser 'creativos' y emplear programas que cambian la localización geográfica de su conexión para evitar la censura del gobierno turco.