Parecer más joven y vivir más: descubren cómo revertir el envejecimiento
La fantasía de retroceder unos cuantos años y volver a la época en que las canas, las patas de gallos y el cansancio eran un territorio desconocido está cada vez más cerca. Un grupo de investigadores del Instituto de Salk de California, dirigido por el científico español Juan Carlos Izpisúa Belmont, ha conseguido revertir el envejecimiento y prolongar un 30% la vida de un animal mediante la reprogramación celular.
"El envejecimiento no es un proceso que vaya en una sola dirección, sino que tiene plasticidad, y con una modulación meticulosa, puede revertirse", comenta el doctor Izpisúa sobre las conclusiones del estudio, publicado en la revista 'Cell'.
Detener el envejecimiento a través de la reprogramación celular
El envejecimiento es uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades como el cáncer, la diabetes, trastornos neurodegenerativos o diversas enfermedades cardiovasculares. Así, mejorando la forma en la que envejecemos, también reducimos el riesgo de padecer muchas enfermedades.
En este sentido, los investigadores de este estudio han conseguido detener el envejecimiento a través de la reprogramación celular, un proceso que consiste en introducir una combinación de cuatro genes conocidos como los "factores de Yamanaka" que permite que una célula adulta retroceda al estado de célula madre pluripotente que tuvo en el periodo embrionario, es decir, con capacidad de dividirse indefinidamente y convertirse en cualquier tipo de célula de nuestro organismo.
"Lo que nosotros y otros laboratorios de células madre hemos observado es que al inducir la reprogramación celular, las células parecen más jóvenes", explica Alejandro Ocampo, investigador asociado y primer autor del artículo. "La siguiente pregunta era si podríamos inducir este proceso de rejuvenecimiento en un animal vivo".
Sin embargo, aunque la división celular rápida es fundamental para el crecimiento de los embriones, en adultos este crecimiento se asocia al cáncer. Además, en un adulto, tener un gran número de células que han sido devueltas a un estadio embrionario podría llevar a un fallo orgánico.
A la vista de estos hechos, el equipo del Dr. Izpisúa se preguntó si habría algún beneficio en la inducción de los factores de Yamanaka durante un período más corto que el habitualmente utilizado para convertir una célula madura en una célula madre pluripotente. Y demostraron que así era.
El estudio con ratones
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron células de la piel de ratones con progeria, una enfermedad genética que provoca el envejecimiento prematuro. El equipo de Izpisúa indujo por un corto periodo los factores de Yamanaka.
Al analizar estas células, los científicos vieron que habían revertido múltiples signos de la edad, pero sin perder su identidad como células de la piel. El próximo paso que quisieron dar estos investigadores es comprobar si este proceso puede llevarse a cabo en animales vivos.
"Hay otros estudios científicos que han reprogramado completamente las células hasta que alcanzaron su estado de célula madre", dice Pradeep Reddy, co-primer autor e investigador asociado del Salk Institute, "pero nosotros demostramos, por primera vez, que expresando esos factores durante un breve período podemos mantener la identidad de la célula y revertir, al mismo tiempo, las características asociadas a la edad".
A la vista de los datos obtenidos con las células, se utilizó el sistema de reprogramación de corta duración durante períodos cíclicos en ratones vivos con progeria. Los resultados fueron extraordinariamente positivos: los roedores tratados con este procedimiento parecían más jóvenes; su función cardiovascular había mejorado y, aún más sorprendente, vivían un 30% más que los ratones no tratados.
Para Paloma Martínez-Redondo, investigadora asociada del equipo de Izpisúa y autora del trabajo, cree que estos resultados aportan "información trascendental para saber cuáles son los caminos hacia los que se deben dirigir los investigadores para retrasar el envejecimiento celular".
Las pruebas en humanos
Sin embargo, conviene tener en cuenta, recuerdan los investigadores, que debido a la complejidad del envejecimiento, es posible que todavía queden unos años hasta que esta técnica sea probada en humanos.
"Obviamente, los ratones no son humanos, y sabemos que es mucho más complejo rejuvenecer a una persona", dice Izpisúa, "pero este estudio muestra que el envejecimiento es un proceso dinámico y, por lo tanto, será más accesible de lo que creíamos previamente poder realizar intervenciones terapéuticas".
El equipo que ha realizado este estudio está formado por investigadores del Instituto Salk, la Universidad Católica de San Antonio de Murcia, la Clínica Cemtro de Madrid, la Fundación Pedro Guillén, el Hospital Clínic de Barcelona y la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan.
María Jesús Vigo Pastur