Los verdaderos enemigos para la seguridad nacional de EE.UU. son los propios adeptos estadounidenses a la Guerra Fría y no Rusia, que al contrario, sería el socio más importante de Washington en materia de seguridad, escribe en su artículo en la revista 'The Nation' el historiador y politólogo Stephen Cohen.
Según el politólogo especializado en estudios de Rusia, los verdaderos enemigos para la seguridad nacional norteamericana son senadores como los republicanos John McCain o Lindsey Graham, y los principales medios de comunicación estadounidenses que distraen la atención de la población de ese país de los verdaderos problemas.
"Estos adeptos insisten, como lo han hecho durante años, en que Rusia representa la principal amenaza para EE.UU. Ahora también acusan a Moscú de haber intervenido en las elecciones presidenciales con el fin de favorecer a Donald Trump y de haber cometido crímenes de guerra en Siria. Sin embargo, no existen evidencias o cualquier argumento lógico que apoyen esas alegaciones, y más bien es un deseo obsesivo de desacreditar al presidente ruso Vladímir Putin, que es quizá el socio más valioso para Washington en seguridad nacional", opina Cohen.
El destructor de economías y valores tradicionales
Además señala que aquellos que abogan por la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses son calificados como 'lacayos del Kremlin', y exigen represalias contra Rusia por los supuestos ciberataques en las presidenciales, "algo que prácticamente sería una declaración de guerra". "Mientras tanto, la verdadera amenaza a la seguridad nacional e internacional continúa creciendo. Los adeptos de la Guerra Fría quieren luchar contra Rusia y no contra el terrorismo", lamentó el historiador.
Para el politólogo, esta percepción negativa hacia Rusia se debe al "fracaso de la política internacional estadounidense". "La culpa no radica en el Kremlin, sino en los propios EE.UU. En la actualidad, millones de personas ven a Washington como el destructor de las economías de sus países, de sus valores tradicionales y que puede llevar la guerra a sus territorios en cualquier momento. En este contexto, Putin se ha convertido en un símbolo a la resistencia de la hegemonía estadounidense", finaliza el artículo.