El cadáver de Yves Chandelon, auditor general de la OTAN, fue encontrado hace unos días en la ciudad de Andenne, Bélgica, a 140 kilómetros de su oficina, con un disparo en la cabeza.
El alto cargo de la OTAN investigaba las redes de financiamiento a los grupos terroristas, entre ellos, el Estado Islámico (EI), refiere el portal de Luxemburger Wort. Aunque la hipótesis de las autoridades, difundida a la prensa, fue que se trató de un suicidio, los familiares de Chandelon discrepan.
Según el portal belga Sudinfo, las circunstancias de la muerte han generado todo tipo de suspicacias, ya que aunque el agente tenía tres armas registradas, el disparo mortal en la cabeza provino de una cuarta que se encontró en la guantera de su auto y no aparecía entre las que estaban a su nombre.
Por otra parte, otros medios como La Gaceta, en España, destacan que el alto cargo de la OTAN "había recibido extrañas llamadas telefónicas", lo que extiende un manto de duda sobre la versión del suicidio.
El parte oficial de la Fiscalía, citado por el diario Tageblatt no ha dado crédito a esas suposiciones, mientras se esperan los resultados de la autopsia, que se conocerán este martes. Chandelon vivía en la localidad de Lens, situada a unos 100 kilómetros del lugar donde fue encontrado su cuerpo.
Aunque el cadáver fue hallado el pasado 16 de diciembre, el hecho no fue reseñado inmediatamente por los grandes medios occidentales, lo que ha sido objeto de críticas encendidas por los internautas en las redes sociales.