El 'mayor proyecto' del Gobierno mexicano ha dividido y despojado a este pueblo campesino

El pueblo de San Salvador Atenco es conocido en todo México.

Al mencionar su nombre, brotan en la opinión pública reacciones encontradas. Por un lado, están quienes alaban a los atenquenses por su defensa de la tierra campesina. Por otro, quienes los acusan de "oponerse al progreso".

Atenco es un municipio mexiquense de 40.000 habitantes. Tiene raíces acolhuas, pueblo legendario mexica que habría emigrado en tiempos ancestrales a lo que hoy son las orillas del Lago de Texcoco. De hecho, Atenco significa 'a la orilla del agua'.

Hace quince años, en 2001, el presidente conservador Vicente Fox lanzó un decreto expropiatorio contra Atenco y otros municipios aledaños para construir el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Con fuertes protestas, en las que el machete se convirtió en su símbolo, los campesinos de Atenco tiraron el decreto presidencial y vencieron al proyecto del Gobierno.

RT ha dado seguimiento puntual al "caso Atenco" y a los efectos medioambientales del NAICM e intereses económicos de los consorcios empresariales implicados en el proyecto.

"Hace quince años nos preguntamos qué hacer y coincidimos en defender el patrimonio de nuestros nietos",  recuerda Ignacio del Valle, integrante histórico del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco.

"Nuestros abuelos fueron los peones de las haciendas. Nuestro ejido surge después de la Revolución y cuando gritamos con voz abierta a (Emiliano) Zapata, representante de la lucha por la tierra, es porque nuestros abuelos participaron en esa revolución", recalca.

Atenco realiza asambleas semanales de pobladores y ejidatarios —titulares legalmente reconocidos de las tierras sociales— para recuperar su autoridad local y ponerla al servicio de la defensa de la tierra. RT presenció una de estas asambleas, donde los habitantes del lugar contaron sus preocupaciones, pues ya no pueden pasar a sus tradicionales tierras de labor.

Y es que la sombra del megaproyecto planea de nuevo sobre Atenco. El actual presidente, Enrique Peña Nieto, relanzó en septiembre del 2014 el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

"Las camionetas pasan por nuestro territorio y hasta nos hacemos a un lado. Pero cuando los de Atenco se quieren acercar a las tierras, los sacan a balazos. Ya los de Atenco no pueden acercarse porque si no, mandan a los golpeadores" denuncia un ejidatario.

Peña Nieto, entonces gobernador del estado de México, ordenó el 11 de mayo del 2006 un fuerte operativo policial contra las protestas de Atenco, el cual dejó dos muertos, más de 200 detenidos y acusaciones de tortura sexual contra las fuerzas de seguridad.

"Enrique Peña nieto es el responsable y el represor de nuestro pueblo. Ahora quieren partir nuestro ejido en muchos cachitos", critica el ejidatario Bernardino, quien muestra en un mapa los límites de sus tierras con el nuevo megaproyecto aeroportuario.

"Por quince años pudimos defender la tierra, ¿cómo este de ahora va a destruir el ejido?", pregunta a los demás ejidatarios.

Hace tres años fue electo como representantes ejidal una persona de nombre Andrés Ruíz, quien aprobó la venta de la tierra. Ruiz permitió la cesión de 557 hectáreas supuestamente infértiles para el proyecto del aeropuerto, a un precio de dos millones de pesos por hectárea, de acuerdo con el diario 'Excelsior'.

Hoy, en Atenco, se nota la tensión y el desgaste que, a lo largo de quince años, ha generado el proyecto del aeropuerto. Pero los campesinos resisten todavía a diversas estrategias desde distintos niveles de gobierno.

"Vinieron a dividir y a confrontar nuestras comunidades, que vivían con armonía, aunque con retraso. Hoy los jóvenes, en lugar de que hagan planteamientos, son utilizados como carne de cañón”, lamenta Del Valle.

Y abunda: "Es una historia muy rica la que tenemos. Hay vestigios arqueológicos, pero nuestra falta de interés nos ha llevado a que hayan penetrado en nuestras comunidades".

Los ejidatarios denuncian que han sido confrontados en diversas ocasiones por grupos de choque supuestamente contratados por la empresa.

Además de esto, exigen que las autoridades agrarias de pueblo no se extiendan más en su puesto, el cual venció este mes de diciembre.

"Nuestro único propósito es que se lleve a cabo el nuevo comisariado ejidal, pero los que estaban dejaron de fungir. Queremos seguir conservando nuestro ejido y nuestra agua. No queremos ser cómplices de que nuestro pueblo se convierta en otro Iztapalapa o en un Nezahualcóyotl".

Atenco tiene interpuestas diversas medidas legales contra el NAICM y contra obras complementarias como la autopista Peñón-Texcoco. Han obtenido algunas suspensiones, pero no se les ha respetado.

La voz de los ejidatarios continúa mostrando lo que ha pasado en este pueblo por el proyecto más famoso del Gobierno mexicano:

"Queremos saber por qué nos están prometiendo tanto progreso pero nada más están destruyendo el pueblo. Soy hijo de campesino y no quiero que esto se destruya".

Y denuncian: "Les dije, les van a dar un hielo en la mano por su tierra. Cuando se den cuenta, se les derrite, y ya no van a tener ni tierra, ni dinero".

Al-Dabi Olvera