Unos integrantes de la Universidad de Leeds (Reino Unido) han detectado una inmensa corriente de hierro fundido en el núcleo externo de la Tierra tras analizar las imágenes de rayos X captadas por tres satélites Swarm de la Agencia Espacial Europea (AEE), según publica la revista 'Nature Geoscience'.
Esos documentos gráficos, que sirven para analizar el campo magnético del interior de la Tierra, permitieron que los científicos atravesaran de manera virtual los 3.000 kilómetros de roca que separan la superficie del núcleo de nuestro planeta y encontraran ese 'río de hierro' subterráneo.
La corriente de hierro
Phil Livermore, uno de los investigadores, ha indicado que se trata de "una franja de hierro fundido que rodea el Polo Norte" que se mueve alrededor de 40 kilómetros al año, a una velocidad tres veces superior a las que se pueden apreciar en el núcleo externo de la Tierra.
El hallazgo de esta corriente de 420 kilómetros de ancho que se dirige de este a oeste ha confirmado los indicios de averiguaciones anteriores, que ya indicaban que existía algo indefinido debajo de Alaska y Siberia.
Además, este descubrimiento supone un paso "extremadamente importante para saber cómo funciona el interior de nuestro planeta", del que conocemos menos cosas que del Sol, como ha confirmado Chris Finlay, otro de los investigadores.