China y Rusia proveerán armamento de alta tecnología a Venezuela, ¿se prepara el país suramericano para un escenario de confrontación?
La compra fue anunciada el pasado miércoles por el presidente Nicolás Maduro, quien destacó que la adquisición será para hacer frente a las "amenazas" que se ciernen sobre Venezuela. La noticia se supo apenas días después que Caracas emitiera un comunicado para rechazar el posible establecimiento de un convenio militar entre Colombia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Para el internacionalista venezolano Jean Paul Mertz, la decisión de Venezuela era previsible ante "el gesto de la OTAN hacia Colombia", que considera como "un intento de parte de la saliente administración Obama de dejar 'atadas' las situaciones en las que Trump ha sido crítico, en este caso, la configuración actual de la Alianza Atlántica".
En opinión del analista, la posible presencia de la OTAN en la región "genera una incertidumbre que motiva a estrechar los lazos con aliados extrarregionales", como Rusia y China. Según lo anunciado por el gobierno venezolano, se dotarán con nuevos equipos a las fuerzas de acción especial "y a todas las tropas de acción rápida de la FANB".
Sin embargo, lo que le preocupa a Mertz es "el silencio de los países de Unasur, ya que la ola derechista ha hecho que ignoren la Declaración de Suramérica como zona de paz", firmada por el bloque hace cuatro años en Perú.
¿Por qué Rusia y China?
De acuerdo a las declaraciones del presidente Maduro, en los próximos días el ministro de Defensa, Vladímir Padrino López, viajará a Rusia y China para signar los acuerdos militares "y traer la tecnología y las armas más modernas del mundo".
El analista político francés Romain Migus considera que la adquisición de los equipos a esos países garantiza que habrá dotación de repuestos y transferencia tecnológica, cosa que no es segura si se rubrican convenios similares con naciones de la OTAN: "es importante que todos los Estados amenazados por los intereses imperiales hagan acuerdos militares con sus aliados".
Destacó que en el caso de Rusia, la cooperación militar no es nueva, ya que además de la compra de arsenal, "recientemente hubo ejercicios conjuntos hace algunos años en La Guaira (norte de Venezuela) con la Marina bolivariana".
"Este anuncio viene a fortalecer una alianza muy racional en este tiempo, ante cualquier amenaza imperial de la OTAN y de Washington" que, a su juicio, se abre con la posible movilización de agentes de la Alianza Atlántica al sur de Latinoamérica.
Migus alerta que la OTAN podría "utilizar a Colombia", bajo el pretexto de la lucha contra las bandas criminales o el narcotráfico, "como una base de EE.UU. contra los gobiernos que no están alineados con las políticas de Washington y de las potencias occidentales, en general".
Recalcó que una base en Colombia no sería la única presencia de la OTAN en la región, puesto que hay asentamientos militares de la Alianza Atlántica ubicados en Las Malvinas y en Guayana Francesa.
Nazareth Balbás