En una maniobra que Pekín califica de "rutinaria", el nuevo portaaviones de la Armada de China, el Liaoning, navegó esta semana entre las dos islas japonesas de Miyako y Okinawa, donde EE.UU. tiene instaladas sus bases militares en la zona, lo que hizo reaccionar a Tokio, que mandó a su encuentro a varios cazas, informa Reuters.
Según denunció Tokio, barcos y aviones patrulla de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón divisaron en su territorio seis corbetas de la Armada china que escoltaban al Liaoning. La orden de enviar los cazas militares japoneses se produjo cuando se observó el despegue de un helicóptero desde el portaaviones chino que sobrevoló la isla de Miyako.
Por su parte, Pekín quitó hierro al incidente, afirmando que sólo querían maravillar a sus vecinos japoneses con su poderío militar. "En China tenemos una expresión: el amor por la belleza es algo común para todos los hombres", declaró este jueves el ministro de Defensa chino, Yang Yujun.
El ministro no quiso dar más detalles sobre la misión del portaaviones en la zona. "Nuestro Liaoning es imponente y hermoso a la vez. Si a la gente le interesa, puede observarlo de lejos o de reojo mientras no se violen las normas ni se entorpezca la libertad y seguridad de navegación", añadió.