El año que se avecina podría ser clave para el presidente de Corea del Norte y sus planes nucleares. No en vano, Kim Jong-un parece decidido a concluir el desarrollo de ese tipo de armas en 2017 por encima de los eventuales incentivos económicos de Occidente.
Así lo sostiene Thae Yong-ho, exintegrante de la embajada norcoreana en Londres, que desertó a mediados de año. La razón que impulsará el avance del programa nuclear es que tanto Corea del Sur como EE.UU. tendrán nuevos gobiernos que, según estima Pionyang, centrarán su atención en otras cuestiones.
Según el portal Yonhap News, Thae también reveló que ni siquiera los incentivos económicos provenientes de países occidentales podrían hacer cambiar los planes del líder norcoreano. "Mientras Kim Jong-un permanezca, Corea del Norte nunca abandonará sus armas nucleares. Tampoco renunciará a ellas, incluso si le ofrecieran al país un billón o 10 billones de dólares", explicó.
Por último, el desertor anunció que el país prevé iniciar gestiones con esos nuevos gobiernos de Corea del Sur y de EE.UU. para que reconozcan al país como un Estado Nuclear.