"Aquí me parece mucho más interesante porque veo concretamente cómo el trabajo cambia a la gente", comenta su nuevo empleo Thomas Jacob, diseñador francés que ha dejado su puesto para crear su propia marca, donde los responsables de la confección son los reos de las prisiones limeñas de San Pedro y Santa Mónica.
"Y desde el punto de vista personal, es interesante para mí participar en el desarrollo de algo concreto, que ser una pequeña herramienta dentro de una empresa global", comentó el empresario de 29 años en su entrevista con el corresponsal de RT Bricio Segovia.
El creador de la marca de confección Pietá ('Piedad'), enseña a los internos un nuevo oficio, que al mismo tiempo les ayuda a reducir la condena. "Hay gente que dentro de su delito tiene beneficios, entonces cada día de trabajo le reduce dos días la pena, dependiendo el beneficio que pida", comenta el responsable de los estampados, Carlos, que entró en la cárcel de San Pedro hace 12 años por tráfico de drogas, y agrega que "a la vez que trabaja, a la vez recibe una remuneración, también les sirve para que salgan antes del penal".
"Más que un trabajo es un centro de aprendizaje", señaló Walter 'Chamo' Iglesias, el encargado del taller de San Pedro que confesó a Bricio Segovia que nunca antes había usado una máquina de coser.
Los productos que estos internos elaboran tienen salida principalmente a través de Internet. Thomas valora ahora abrir una red de tiendas físicas en Lima, ya que la mitad de la producción se vende en el mercado peruano. El diseñador prevé un futuro laboral para los reos: "La idea del proyecto es que en el medio plazo podamos contar con la gente que sale de la cárcel y que puedan seguir trabajando en las tiendas como vendedores".