Cómo neveras y lavadoras podrán convertirse en "testigos clave" de un crimen
Los electrodomésticos de alta teconología como neveras y refrigeradores serán los mejores ayudantes para las investigaciones forenses.
Los datos recolectados por los dispositivos inteligentes podrían convertirse en pistas clave para la policía, señala The Telegraph, por lo que ya hay detectives que reciben entrenamiento para rastrear las "huellas" digitales de las víctimas o delincuentes en una escena del crimen.
El jefe de la unidad digital, cibernética y comunicaciones forenses de la policía Metropolitana, Mark Stokes, declaró recientemente a The Times que los datos recolectados por cámaras inalámbricas, timbres interconectados y otros dispositivos electrónicos son trazas que pueden esclarecer un caso: "Todo esto deja un registro y un rastro de actividad. La escena del crimen de mañana va a ser el Internet de las cosas".
El "Internet de las cosas" no es más que la interconexión entre dispositivos de uso diario a través de la red. Según The Guardian, el concepto no es nuevo y, desde que un tostador se conectó a la Internet en 1989, no ha dejado de discutirse.
Sin embargo, ahora es su utilidad la que puede expandirse a otros ámbitos. Las heladeras con cámaras de video que muestran en vivo los contenidos para que los compradores decidan qué les hace falta, "podrían proporcionar coartadas o demostrar que la personas no estaban lo que dijeron que estaban", refiere The Telegraph.
Las ventajas de estos dispositivos, considera Stokes, es que están dotados de microchips para descarga de información, lo que facilita los trabajos forenses al evitar el retiro de los electrodomésticos para ejecutar las pruebas.
Pero no todo es positivo. Muchas empresas fabricantes de los gadgets se rehúsan a facilitar información de sus usuarios porque pueden implicar una violación a los términos de privacidad.
Amazon, por ejemplo, mantiene una querella legal para no proporcionar las grabaciones de su sistema de entretenimiento doméstico Echo, que podría ofrecer claves a los investigadores sobre el homicidio de Víctor Collins, ocurrido en 2015.
En el caso de Collins, quien fue hallado muerto en su tina, los jueces exigieron la entrega de "grabaciones de audio, transcripciones de voces, grabaciones de texto y demás información" almacenada en el dispositivo electrónico.