La coalición liderada por EE.UU. admite la muerte de 188 civiles en Siria e Irak
Este lunes, la coalición liderada por EE.UU. informó que los ataques aéreos realizados en Siria e Irak como parte de las operaciones antiterroristas en contra del Estado Islámico (EI) han dejado al menos 188 civiles muertos, según un comunicado oficial publicado por el Departamento de Defensa estadounidense.
"Hasta la fecha, con base en la información disponible, es probable que al menos 188 civiles hayan sido asesinados de manera involuntaria por los ataques de la coalición desde el inicio de la operación Inherent Resolve", subraya el documento.
De igual forma afirma que el número de bajas civiles ha sido obtenido tras la evaluación a fondo de 16 nuevos informes basándose en relatos de testigos, organizaciones no gubernamentales, entrevistas a pilotos y demás personal involucrado del Gobierno, así como en la revisión del territorio y de diverso material de video.
Finalmente el informe lamenta la pérdida "inintencionada de vidas civiles como resultado del esfuerzo de la coalición para derrotar al EI en Siria e Irak" y expresa sus condolencias a los familiares de las víctimas y a todas las personas afectadas por los ataques.
Sin medir las consecuencias
El analista internacional Ariel Noyola sostiene que las fuerzas estadounidenses suelen actuar sin aplicar medidas precautorias. Añade que la ONU ya no representa en sí misma una institución capaz de contener las acciones de este país. "EE.UU. siempre ha intentado ocultar los resultados y las consecuencias de sus guerras en el exterior", subraya.
En noviembre de 2016, el Pentágono confirmó la muerte de 64 personas a causa de sus bombardeos, una cifra que hace aumentar hasta 119 las víctimas fatales civiles por este motivo desde 2014, cuando comenzaron las operaciones. No obstante, la organización Amnistía Internacional calcula que en realidad las víctimas civiles han sido unas 300.